Las cifras de ventas de vehículos eléctricos crecen año a año y de forma exponencial, de eso no hay ninguna duda. Hace un tiempo, los que renegaban de este tipo de tecnología podían argumentar (y con razón) que seguían representando una parte muy pequeña del pastel.
Es decir, que aunque las ventas subieran, la cifra de coches eléctricos vendidos y su cuota de mercado era muy pequeña. A día de hoy, esto está empezando a cambiar y ya no podemos hablar de cifras testimoniales.
Según las cifras publicadas en el último estudio de la compañía EY, en 2022 el 13% de los coches que se vendieron en todo el mundo eran eléctricos puros, con un incremento del 55% respecto al año anterior. En total, sumando coches eléctricos e híbridos, se contaron más de 10,5 millones de coches.
En Europa, por ejemplo, se alcanzaron cifras de récord, con una cuota de mercado del 12%, ligeramente por debajo de la media mundial, con un crecimiento de «solo» el 28%. Si miramos a España, la cuota de mercado es considerablemente más baja: solo el 4,8% de los coches matriculados en 2022 eran de tecnología eléctrica, pero con un crecimiento del 31,1%.
Las previsiones de este estudio, no obstante, apuntan a un crecimiento del 38% para este 2023, alcanzando los 14,5 millones de vehículos eléctricos e híbridos en todo el mundo. Para finales de década, 2030, ya muy cerca del punto de «no retorno» en Europa en 2035, se espera que representen más de la mitad de las ventas (un 55%). En este sentido, estas previsiones deberían ir acompañadas de un crecimiento en Europa del 74%, lejos de los porcentajes obtenidos en el último año.
Las 6 claves para que el coche eléctrico despegue
El estudio con el mismo nombre, elaborado por EY, marca seis pautas que se deberían seguir para que estas previsiones se hagan realidad. Unas claves que se deben apoyar en el contexto actual y que deben seguir creciendo, como son la mayor conciencia medioambiental de los compradores, el aumento de la variedad de modelos eléctricos y el entorno regulatorio más favorable para esta compra.
Otro estudio, el de Mobility Consumer Index 2022, dice que el 52% de los futuros compradores de coches se decantarán por un vehículo eléctrico o híbrido. En este sentido, se deben seguir estas seis pautas para alcanzar los objetivos y que se rompan las barreras actuales del coche eléctrico, como son la escasez de puntos de recarga, las autonomías y los precios:
- Acceso a una infraestructura de carga: como decíamos, es vital «implementar una red de recarga de acceso público para todos los futuros usuarios». El estudio de EY estima que Europa necesitará 2,8 millones de puntos de recarga públicos y 2,4 privados para el año 2030, algo que supondría la instalación de 13.000 puntos de recarga cada semana para lograrlo.
- Energía limpia: se debe «asegurar el desarrollo y despliegue de renovables para descarbonizar la movilidad en todos sus procesos». El estudio revela que solo el 3% del sector del transporte utiliza energías renovables. Para revertir la situación se deben «agilizar los permisos y desarrollar mercados flexibles».
- Resiliencia de la cadena de suministro: se debe «invertir en la optimización y en la autonomía de la cadena de producción del vehículo eléctrico». Reducir la independencia de China en Europa y EEUU debe ser un factor clave para dejar a un lado los obstáculos, interrupciones y limitaciones en la cadena de suministro de los últimos años en lo que a coches y, sobre todo, baterías se refiere.
- Red eléctrica inteligente: es importante «modernizar y aumentar la seguridad de la red de suministro a través de la integración de los vehículos». Según vayan creándose más estaciones de recarga, crecerá la demanda, por lo que se deberán tomar medidas importantes. El estudio propone, por ejemplo, «establecer horarios para incentivar la recarga en horas de menor demanda, la carga bidireccional o la mejora de la tecnología V2G (vehicle-to-grid, o vehículo a la red)».
- Digitalización: de la mano a todo lo anterior, se deben «mejorar los servicios de movilidad inteligente a partir de los datos generados por vehículos y estaciones». El tratamiento y regulación de los datos generará un ecosistema que permitirá conectar los vehículos con los puntos de recarga y poder proporcionar información sobre las necesidades de ambos, lo que a su vez favorecerá el «aumento de la confianza de los clientes y la aceptación de los vehículos eléctricos».
- Gestión del talento: la transición al vehículo eléctrico generará más puestos de trabajo de los que destruirá, por lo que se necesita «conseguir una fuerza laboral con las cualificaciones y competencias necesarias». Según el estudio, solo en Europa se prevé crear en torno a 1,1 millones de puestos de trabajo, por lo que se necesitará «atraer, retener y formar al personal cualificado». En caso contrario, «las líneas de producción y la disponibilidad de vehículos se verán afectadas».
