La reutilización de baterías de los coches eléctricos se enfrentan a un problema. Estas durarán más de lo estimado
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Publicado: 27/06/2023 09:43
La reutilización de las baterías de los coches eléctricos se ha convertido en los últimos años en una tendencia de futuro muy interesante, donde se dan la mano el final de su vida útil dentro de los coches, para pasar a ser un respaldo a las redes eléctricas y apoyar a las energías renovables. Pero ahora los expertos están viendo como las perspectivas eran demasiado optimistas, y todo porque las baterías durarán mucho más de lo esperado.
Y es que la idea sobre el papel parece perfecta. Por un lado, cuando la batería baje de un determinado porcentaje de capacidad con el paso de los años, cuando tenga entre el 70 y el 80%, los clientes cambiarán de vehículo y esa batería pasará a ser reutilizada. Paso previo antes de ser reciclada en una economía circular que reducirá la huella de emisiones de su producción.
Pero una cosa es la teoría, y otra la realidad. Así lo ha constatado Hans Eric Melin, fundador de la consultora Circular Energy Storage, que realiza un seguimiento de las cantidades y los precios de las baterías, que ha comentado recientemente: «Los fabricantes siempre suponen que las baterías de los vehículos eléctricos solo durarán de 8 a 10 años, y luego el propietario las reemplazará. Pero esto la suposición no es cierta«.
El problema con esta solución, sin embargo, no es que sea técnicamente inviable, es que hay una falta de suministro de baterías usadas y el problema no muestra signos de mejora. Todo lo contrario.
La vida útil media de los coches con motor de combustión en mercado como Estados Unidos está aumentando y ahora llega a los 12,5 años. Esto significa que muchos propietarios están dudando en cambiar de vehículo por una variedad de razones.
Esto tiene especial influencia en los conductores de coches eléctricos, que optarán por seguir conduciendo incluso si la batería se está quedando sin la capacidad original, pero el vehículo mantiene su funcionamiento. Un aspecto que tiene mayor incidencia según aumenta la densidad energética, y con ello las capacidades que hace que la pérdida de autonomía sea cada vez menos importante, y la duración sea cada vez mayor.
Según el Sr. Melin: «El umbral del 80% de la capacidad de la batería es solo un número arbitrario y no refleja el uso real de los vehículos eléctricos. Los vehículos eléctricos producidos anteriormente todavía están en uso y actualmente prácticamente no hay mercado para baterías reutilizadas«.
A pesar de esto, las perspectivas de demanda de baterías reutilizadas sigue siendo sólida. La Agencia Internacional de Energía (IEA) estimó que la capacidad de almacenamiento de la red podría aumentar a 680 GWh para 2030 desde los 16 GWh instalados a principios de 2022.
Un mercado con un gran potencial que, según la propia IEA, supone que mercados como Reino Unido tengan que desperdiciar parte de su potente producción de la eólica, unos 1.000 millones de libras al año de coste, por no coincidir muchas veces la producción y la demanda, y no poder almacenar los excedentes. Algo que les obliga a tirar mano de las importaciones desde el continente.
Un aspecto donde los sistemas de almacenamiento con baterías podrá ayudar a mitigar estas intermitencias, con el impacto económico y de seguridad energética que supondrá, pero que como vemos, tendrá que enfrentarse a una realidad a corto y medio plazo donde hacerse con las baterías no será tan sencillo como simplemente esperar sentado a que caigan como una fruta madura.