El fin de una era. BMW da por terminada la producción de motores de combustión en Alemania

Aunque es un movimiento menos radical de lo que podríamos pensar, si tiene gran simbolismo el paso que acaba de dar BMW al finalizar la producción de motores de combustión interna en Alemania. Un paso más hacia la electrificación del fabricante bávaro.

BMW ha confirmado el cese de los trabajos de fabricación de los últimos motores de combustión que salían de la planta de Munich. Una instalación que a partir de ahora comenzará un proceso de reconversión para fabricar coches eléctricos.

Concretamente, esta se encarga de la producción del i4 desde octubre de 2021 y también será el hogar de los futuros modelos eléctricos basados ​​en Neue Klasse. Se espera también que BMW otorgue a la instalación la producción de otros eléctricos, como el nuevo Serie 3 eléctrico, conocido como i3, el i3 Touring y la segunda generación del propio i4.

En total, BMW lanzará seis coches eléctricos Neue Klasse entre 2025 y 2027, lo que hace necesario ir haciendo sitio en las actuales fábricas para sacarlos adelante.

BMW presentó en septiembre el primer de sus modelos Neue Klasse con un concepto sorprendente. La plataforma también ha sido diseñada para soportar modelos de combustión interna, por lo que ni siquiera este modelo significa el fin de los motores de combustión en BMW.

En Alemania también se producen otros eléctricos de la marca, aunque no en Múnich. Entre ellos se incluyen los iX, i5 e i7 fabricados en Dingolfing y los iX1 e iX2 fabricados en Ratisbona. BMW también tiene previsto establecer una gran planta de montaje de baterías en el municipio de Strasskirchen.

Como decimos, no es un movimiento drástico, ya que BMW mantendrá la producción de motores en otros emplazamientos, y en 2020 ya anunció el traslado de la producción de sus motores de ocho y doce cilindros de Múnich a Hams Hall, en el Reino Unido, y que los motores más pequeños se fabricarían en Steyr, Austria.

Según los medios alemanes, el último motor de combustión interna producido en la fábrica de Múnich fue un V8, que salió de la línea de montaje el 10 de noviembre. Los 1.200 empleados de la planta se someterán a una nueva formación y desempeñarán otras funciones, o serán enviados a otras instalaciones de BMW.

No se sabe todavía si este movimiento también afectará a todos los motores de combustión, incluyendo las variantes gasolina, diésel e híbridas.

Es llamativo también que a diferencia de otros fabricantes, como Volkswagen, BMW no ha dado una fecha concreta para la finalización de la producción de coches con motor de combustión. De momento mantiene una estrategia conservadora donde apuesta por los eléctricos, pero conserva su producción en las tecnologías de combustión a la espera de ver la velocidad a la que se mueve el mercado.

Fuente | BMW Blog