Una de las características de las primeras generaciones de coches eléctricos, es que los fabricantes no se pusieron de acuerdo en qué formato de carga rápida usarían. Los más madrugadores, las marcas japonesas, apostaron por su formato local, el CHAdeMO. Pero rápidamente los europeos y americanos impusieron el suyo, el CCS Combo. Algo que ha dejado a millones de usuarios del primero en desventaja. Hasta ahora, gracias a un adaptador.
Y es que según las estadísticas, el 90% de las estaciones de carga rápida cuentan con una toma CCS Combo, lo que deja a CHAdeMO apenas el 10%. Una situación que se ha agravado con el paso de los años, donde las estaciones antes con dos o tres formatos, cada vez son más escasas, optando los operadores por las dotadas únicamente con CCS.
Por si esto no fuese suficiente, hablamos normalmente de modelos de primera generación, con baterías pequeñas y autonomías bastante limitadas.
Pero ahora la solución para estos pioneros llega en forma de un adaptador, que permite a los coches con toma CHAdeMO poder cargar sus baterías en cualquier toma pública.
Modelos como el Nissan LEAF, Nissan e-NV200, Peugeot iOn, Citroën C-Zero, KIA Soul, Lexus ux300e…podrán hacer una parada en los puntos CCS para cargar sus baterías.
Esto mejora de forma sustancial las posibilidades a la hora de hacer una carga rápida, al poder usar la toma CHAdeMO, como también la CCS en caso de que la primera esté ocupada, o como suele ser cada vez más habitual, fuera de servicio.
Entre las características de este adaptador, está su capacidad de poder conectarlo a un ordenador, para comprobar sus parámetros y ver la información de cada sesión. Incluso cuenta con una pequeña batería en su interior para hacer funcionar su electrónica, y un cable USB para, además de cargar esta batería, poder recibir futuras actualizaciones.
Una propuesta desarrollada y fabricada en China, y que está a la venta desde 972 euros.
