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Desmontando mitos: mantener un coche de gasolina o diésel viejo no es más ecológico que comprar un eléctrico nuevo

A estas alturas de la película, está más que demostrado que un coche eléctrico a baterías resulta más sostenible que uno con motor de combustión interna. Aunque por norma general su fabricación resulta más contaminante (en gran medida debido a las baterías), esto se compensa a lo largo de la vida útil del vehículo con creces, incluso en países con un mix energético poco favorable.

Sin embargo, normalmente esta comparación se realiza entre coches nuevos, ya que se suele pensar que mantener en circulación un coche antiguo resulta más ecológico que fabricar uno de cero, ya sea térmico o eléctrico. Esta hipótesis ha sido ahora desmentida en un estudio realizado por el Instituto de Investigación Energética y Medioambiental de Heidelberg.

El informe señala que, a medio plazo, las emisiones de los motores gasolina y diésel resultan mucho más perjudiciales que la producción y el uso de un coche eléctrico, especialmente cuando se carga con energía de origen renovable. La conclusión a la que han llegado los científicos responsables de la investigación es clara: pasarse a un eléctrico es casi siempre la mejor opción para el clima.

Analizando vehículos del segmento C (compactos), un eléctrico ya aventaja en términos medioambientales a un térmico de nueva fabricación tras recorrer entre 45.000 y 60.000 km. Si además se carga con energía verde, esta horquilla se reduce a entre 25.000 y 30.000 km, que es lo que tardan en compensarse las mayores emisiones derivadas de la producción del eléctrico.

Renault Mégane (E-TECH) de quinta generación

Existe una única excepción en la que resulta más sostenible no cambiar de coche

Pero, ¿y si optamos por no cambiar de coche y seguir utilizando nuestro viejo vehículo de gasolina o diésel? En este caso, el coche eléctrico simplemente se demorará un poco más en alcanzar el punto de equilibrio, pero terminará ahorrando emisiones de dióxido de carbono: con un kilometraje anual de 13.750 km, un eléctrico tardará 5,2 años en resultar más beneficioso para el medio ambiente que seguir usando un térmico viejo.

Estos cálculos se realizaron estimando que el eléctrico consume 21 kWh/100 km y el térmico viejo 7 litros de combustible. Además, tampoco podemos olvidarnos de las emisiones de óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono y partículas, que son mucho mayores en automóviles antiguos y se dejan notar especialmente al circular por vías urbanas.

En resumen, el estudio afirma que la ventaja de los coches eléctricos es tal que en prácticamente todos los escenarios compensa dar el salto, incluso frente a vehículos ya fabricados. La única excepción son aquellos que realicen un kilometraje anual inferior a los 3.000 km.

Fuente | Zeit.de

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