Honda se derrumba en China un 40% y empieza a cerrar fábricas
La transformación del principal mercado automovilístico del mundo, China, ha pillado a muchos por sorpresa. Uno de ellos es Honda, que acaba de confirmar la mayor reducción de producción nunca realizada por un fabricante nipón, y que supondrá el cierre de fábricas y el despido de personal como nunca había hecho antes.
Según los medios chinos, Honda reducirá un 30% su capacidad de producción en China, pasando de las 1.49 millones de unidades al millón de unidades previstas. Un descenso muy rápido que coincide con el vertiginoso ascenso de los fabricantes chinos.
Honda cerrará o suspenderá la producción de dos fábricas de vehículos con motor de combustión en China. La fábrica en Guangzhou cerrará en octubre, y la planta de Wuhan dejará de producir a partir de noviembre. Otra fábrica en Guangzhou también suspenderá la producción a finales de año.
Esta es la consecuencia de la fuerte caída de ventas, que en el caso de Honda en el primer semestre llega al 40% interanual, que tiene su origen en la dura guerra de precios que han iniciado los grupos locales. Factores que se suman al cada vez mayor protagonismo de los coches eléctricos e híbridos enchufables, dos tecnologías en las que los japoneses apenas han invertido, y que ahora se han convertido en la mitad de las nuevas ventas en el gigante asiático.
Un entorno complicado donde los grupos japoneses tendrán que adaptarse lo antes posible para no perder definitivamente su posición en el mayor mercado mundial del automóvil, tal como le ha sucedido ya a nombres como Mitsubishi, que el pasado año cerró sus operaciones en el país.