Crece la expectación con el primer Range Rover eléctrico, ¿logrará la marca seguir fiel a su ADN todoterreno?

Un completamente nuevo Range Rover eléctrico se espera muy pronto para llegar a las carreteras. Es, sin duda, una de las novedades más esperadas del mercado de vehículos eléctricos y un punto de inflexión para el grupo Jaguar-Land Rover, que ha mostrado serias dudas de su paso al coche eléctrico en los últimos tiempos. Su llegada deberá producirse en estos últimos meses del año 2024.

Por el momento, y sin que se haya mostrado ni siquiera el aspecto o los detalles técnicos definitivos del que será el primer coche 100% eléctrico de la marca británica, está acaparando muchísima atención. Si en enero había ya una lista de espera de 16.000 personas, ansiosas por ser los primeros en llevárselo a casa, la cifra va ya por las 42.000 reservas.

Las primeras imágenes oficiales salieron a la luz en abril, cuando la marca mostró los avances de las unidades prototipo del nuevo Range Rover eléctrico. El todoterreno estaba por entonces probándose en condiciones extremas, desde las gélidas carreteras del Círculo Polar Ártico hasta los 50 grados del desierto en Oriente Medio. La marca británica sigue afinando los últimos detalles, mientras que la lista de espera sigue creciendo.

Una de las grandes dudas que todos los aficionados de la marca Range Rover acerca de este primer eléctrico es si seguirán siendo capaces de mantenerse fieles a su ADN. En el apartado estético ya hemos visto que las similitudes están ahí, con detalles renovados y toques más modernos. En cuanto al lujo y al apartado premium, no cabe ninguna duda de que Range Rover no tendrá ningún problema para crear un ambiente exclusivo en el habitáculo.

Pero, ¿y en la puesta a punto? El director de operaciones de Jaguar-Land Rover, Lennard Hoonik, ha tranquilizado a los seguidores de la marca al afirmar que el primer eléctrico de Range Rover será fiel a sus raíces. «El Range Rover EV tiene que ser primero un Range Rover», toda una declaración de intenciones, mostrando que la base inicial debe ser cumplir con unas cualidades off road extraordinarias.

Una tarea, no obstante, que desde la marca reconocen «no haber sido fácil». Y es que mantener las mismas capacidades que los vehículos actuales es todo un desafío, pero desde Range Rover han tenido claro el camino desde un principio: «No debería importar si lleva un V8, un EV o un I-6. Debe ser un verdadero Range Rover» afirma Hoonik, que reconoce que se mantendrán las mismas sensaciones de conducción.

Parte del reto está en cumplir en las condiciones todoterreno más complicadas, pero parece que no solo eso estará asegurado, sino que irán más allá, al «superar su ya reconocido rendimiento en superficies de bajo agarre, garantizando capacidad para todo terreno, todo tipo de clima y toda superficie». Por otro lado, la marca ya ha asegurado que su nuevo SUV eléctrico será capaz de atravesar zonas de agua de hasta 858 milímetros, mejorando así las cualidades de uno de sus grandes rivales, el GMC Hummer EV.

Mientras no llega el momento de su presentación, Range Rover seguirá realizando los últimos ajustes y trabajando la respuesta de la batería y la unidad de propulsión en condiciones extremas. Se sabe ya que estrenará un completamente nuevo sistema de control de tracción eléctrica, desarrollado internamente por el grupo JLR y que permitirá controlar de forma precisa la velocidad de la unidad de propulsión y gestionar el deslizamiento de las ruedas de forma independiente de forma más rápida y eficaz. Pronto deberíamos conocer todos los detalles.

Fuente | Motortrend