La pregunta del millón tras el revuelo inicial del SU7: ¿triunfará Xiaomi también con sus coches eléctricos?

Xiaomi ha impactado de lleno en la industria automovilística con la presentación de su primer coche 100% eléctrico, el SU7. No hay ninguna duda: además de asegurarse casi 90.000 reservas en apenas 24 horas desde su lanzamiento, el gigante tecnológico chino no deja de acaparar titulares. «Como si del primer iPhone se tratase», afirmaron expertos japoneses.

A nivel mediático, están en la cresta de la ola con su nueva berlina eléctrica, mientras que sus rivales tecnológicos directos como Apple o Google no han llegado tan lejos como sí lo ha hecho Xiaomi. Ahora bien, ¿qué futuro les espera? Es imposible anticipar qué sucederá, y más en un contexto de desaceleración de las ventas de este tipo de vehículos.

Sobre todo, teniendo en cuenta que, de momento, Xiaomi se centrará en su mercado local, China, para vender el primer vehículo de su historia. Los expertos y analistas se han puesto manos a la obra para tratar de poner luz sobre un futuro que, a priori, parece brillante para el fabricante asiático, pero el camino promete ser largo y no tan sencillo como parece.

«La cuestión es si un actor de big data como Xiaomi consigue generar una ventaja relevante para el cliente», comenta Stefan Bratzel, director del Centro de Gestión Automotriz en Bergisch Gladbach, quien señala precisamente lo que estábamos comentando antes, el momento de llegada del SU7.

«El entorno económico para el inicio del SU7 no es el ideal. Sólo sobrevivirán aquellos fabricantes que puedan producir para cubrir sus costes a medio plazo». Debido al desplome de la demanda de coches eléctricos en China, y en general a nivel mundial, muchas marcas occidentales han ‘recogido el cable’ y frenado sus planes de expansión con esta tecnología. En el país chino, por ejemplo, se observa como compañías emergentes están sufriendo en exceso, como NIO o Polestar.

Xiaomi entra por la puerta grande

¿Podrá sucederle lo mismo a Xiaomi? La apuesta del coloso chino es ambiciosa y ha causado mucho revuelo: se mete de lleno en un campo al que Apple y Google han renunciado salir, pero hay que recordar que va de la mano de un socio externo, BAIC, para la producción del SU7.

Al menos, a corto plazo no parece que Xiaomi vaya a tener muchos problemas, ya que su principal mercados será el chino, el más grande de todo el mundo para los vehículos, con más de 25 millones de unidades al año. Aquí, además, juega con la baza del «autopatriotismo» de los chinos, que miran más por sus marcas locales que por las extranjeras (a excepción de Tesla, que aun así fabrica sus coches en territorio chino).

Todavía no han anunciado sus planes de expansión, por lo que se centrarán inicialmente en crear una base sólida antes de salir de sus fronteras, donde además tendrían que lidiar con el «factor Tesla», con precios no tan atractivos como en China y lograr cambiar la percepción del público occidental. Además, con un ejemplo de que no todo será un camino de rosas: el de BYD, el mayor fabricante de vehículos electrificados de China, que no termina de hacerse hueco en el mercado europeo.

Xiaomi lo ha apostado todo por una berlina tecnológicamente brillante, de casi 5 metros de largo, y con una lista de precios rompedora: al cambio, la gama arranca en los 27.500 euros, mientras que el tipo de gama estará disponible por unos 40.000 euros. Sus precios son incluso mejores que los del Tesla Model 3 en China, a pesar de ser más grande: autonomías de hasta 830 km en el ciclo CLTC, hasta 673 CV de potencia, arquitectura de 800V, potencias de carga de hasta 600 kW, elementos de conducción autónoma avanzada…

Xiaomi va muy en serio y solo el tiempo dirá si están aquí para quedarse o no. Por el momento, están trabajando para presentar un nuevo SUV eléctrico incluso ya para el 2024, con vistas a que llegue a las carreteras un año después. Por el momento, la marca está avisando a sus potenciales clientes que, debido a la alta demanda, las esperas para recibirlo podrían ser de 4 a 7 meses.

Fuente | Zeit