El nuevo coche eléctrico de Mazda nace anticuado, pero tiene una versión muy interesante
El recién presentado Mazda 6e es una apuesta mucho más ambiciosa que el MX-30, el anterior coche eléctrico de la marca; sin embargo, ¿se trata de un modelo a la altura de la competencia?
El nuevo Mazda 6e ha sido una de las grandes sorpresas del Salón del Automóvil de Bruselas. Esta berlina eléctrica de casi 5 metros de largo, concebida como reemplazo del veterano Mazda6, es el segundo modelo cero emisiones comercializado por la firma de Hiroshima en Europa tras el crossover compacto MX-30, que ha pasado sin pena ni gloria por el mercado.
El recién llegado se basa en una plataforma del grupo chino Changan, con el que Mazda tiene un acuerdo de colaboración. Concretamente deriva del Deepal SL03, si bien cuenta con un diseño específico que lo emparenta visualmente con otras propuestas de la marca japonesa como el Mazda3, con el que comparte rasgos como los afilados grupos ópticos delanteros, la prominente calandra o los pilotos circulares.
En un principio, su oferta estará compuesta por dos versiones. El modelo de acceso combina un motor trasero de 258 CV (190 kW) con una batería LFP (litio-ferrofosfato) de 68.8 kWh de capacidad, la cual le proporciona una autonomía de 479 km WLTP. Las primeras informaciones apuntan a que podría costar unos 43.000 euros antes de ayudas.
La variante superior es menos potente, pues se queda en 245 CV (180 kW). Emplea un pack NCM (níquel, cobalto, manganeso) de 80 kWh que le permite homologar 552 km WLTP. El problema lo encontramos en su potencia de carga: mientras que el modelo con batería LFP anuncia un competitivo pico de 200 kW en corriente continua (10-80% en 22 minutos), el NCM se queda en… ¡95 kW! (10-80% en 45 minutos).
El Mazda 6e es una mejora notable respecto al MX-30
Por comparar, un Citroën ë-C3 llega a los 100 kW. Un Volkswagen ID.7, que tiene unas dimensiones similares a las del Mazda, oscila entre los 170 y los 200 kW. Puesto que la diferencia de autonomía entre la versión LFP y la NCM es de apenas 70 km, y teniendo en cuenta que la primera será más barata y potente, el modelo de acceso parece una compra muchísimo más interesante.
Eso sí, tampoco podemos perder de vista que, al menos en términos de autonomía, el Mazda 6e con la batería pequeña sigue quedando por detrás de rivales como el Tesla Model 3 RWD o el Polestar 2 Standard Range (ambos de 554 km WLTP), que además disponen de variantes notablemente más capaces (Model 3 Long Range RWD, 702 km WLTP; Polestar 2 Long Range Single Motor, 659 km WLTP). Tampoco alcanza a los ID.7 Pro (617 km WLTP) y Pro S (707 km WLTP).
Sobre el papel, el Mazda 6e es un importante salto adelante respecto al MX-30 (200 km WLTP); sin embargo, sigue por detrás de las referencias de la categoría. Algo que posiblemente cambie en los próximos años, ya que la marca está preparando su primer eléctrico de desarrollo propio con plataforma dedicada, el cual llegará en 2027 dotado de unas baterías de origen Panasonic de última generación.
Fuente | Caradisiac