«No tienen sentido», Renault dice no a los híbridos enchufables, pero con una excepción

El pasado año 2024, a pesar de que las ventas globales de coches eléctricos e híbridos enchufables subieron, estuvo marcado por la ‘recogida de cable’ de muchos de los principales fabricantes de vehículos. Ante las muestras de debilitamiento de la demanda en muchos mercados, sobre todo en Europa, las marcas han frenado sus planes de electrificación en su gran mayoría. Eso implicaba también una apuesta por la tecnología híbrida enchufable como puente intermedio hacia el vehículo 100% eléctrico.

Sin embargo, no todas las marcas han seguido el mismo camino. Desde Renault, una de las marcas pioneras en el apartado de la electrificación con el ZOE, se han visto muchos esfuerzos en los últimos años por sumar a su gama más vehículos con un claro componente eléctrico. Dejando los comerciales a un lado, actualmente se venden en España los Renault 5, 4, Mégane y Scénic en clave puramente eléctrica.

Mirando a los híbridos, nos damos cuenta como Clio, Captur, Symbioz, Arkana, Austral, Espace y Rafale están disponibles con tecnología híbrida autorrecargable, mientras que tan solo el SUV Rafale cuenta con tecnología híbrida enchufable. En su momento, hasta el pasado año 2021, esta tecnología PHEV estaba también presente en Captur y Mégane, pero las cosas han cambiado.

En la firma del rombo tienen claro que los híbridos enchufables no forman parte del futuro de la compañía, al menos de momento y dejando como única excepción al mencionado Rafale, disponible por unos 50.000 euros en España. Y para más inri, el SUV buque insignia de la marca francesa tiene una más que particular configuración mecánica PHEV: con tres motores eléctricos acompañando al motor de gasolina de 1,2 litros, uno en cada eje y uno extra como generador acoplado a la caja de cambios, y una batería de 22 kWh para una autonomía eléctrica de 106 kilómetros.

El director general de la marca Renault, Fabrice Cambolive, ha dado validez a esta esta estrategia en declaraciones para el medio británico Autocar. El ejecutivo francés reconoció que Renault avanza en su transición hacia los coches eléctricos pero que no tienen planes de ampliar su oferta de vehículos con tecnología híbrida enchufable. Renault no es una marca con vehículos de gran tamaño, por lo que sus propuestas de tamaño medio y pequeño optarán por tecnología híbrida autorrecargable (HEV) o directamente por la eléctrica pura (BEV).

«Lo que decidimos es apostar por el híbrido completo, porque para mí esa es la manera más fácil de tener coches de bajo consumo y preparar a nuestros clientes para pasarse a los coches eléctricos. Cuando se llega a los segmentos más bajos, si no te puedes permitir recargar el coche, tienes una solución híbrida completa y eso es suficiente; de lo contrario, te pasas al eléctrico. El híbrido enchufable fue la guinda del pastel, pero con ventajas que están ligadas al tamaño del coche. Puedes poner un depósito grande y cuatro motores, pero necesitas espacio y con algunos vehículos de hasta 4,4 metros no sé si vale la pena», reconoce Cambolive.

Es, por tanto, una cuestión de tamaño primordialmente, pero también de configuración mecánica. Desde Renault valoran la «sensación EV» de la conducción urbana a bajas velocidades y de alta eficiencia de los híbridos ‘normales’. «No consumes más energía cuando tu batería está vacía, lo cual es, para mí, uno de los mayores problemas de los coches híbridos enchufables. Creo que a corto plazo nos centraremos en los vehículos híbridos y totalmente eléctricos», comenta el directivo francés.