
Según Elon Musk, la conducción autónoma sin supervisión de Tesla se activará en junio
Elon Musk ha confirmado que este mes de junio se activará por primera vez el sistema de conducción autónoma plena sin supervisión. Un paso clave para la expansión de la tecnología en todo el mundo.

Durante una entrevista en una televisión de Estados Unidos, Elon Musk anunció que Tesla lanzará en breve la versión sin supervisión de su sistema de conducción autónoma plena (FSD). Se espera que esta funcionalidad se implemente inicialmente en Austin, Texas, a partir de junio, para luego expandirse al resto de Estados Unidos.
Durante la entrevista, Musk llegó a afirmar que en un futuro no muy lejano, la conducción manual de vehículos por humanos será algo extremadamente raro, tan inusual como ver un caballo en la actualidad. Una era que para Musk, dará comienzo en pocas semanas con la activación de es nuevo nivel de conducción autónoma.
Según las informaciones, la tecnología FSD sin supervisión de Tesla ha entrado en su fase final de pruebas, y se prevé el lanzamiento de una versión actualizada en las próximas semanas.

Este sistema tiene como objetivo permitir que los vehículos operen de manera autónoma en entornos complejos, abarcando funciones como el estacionamiento automático, el cambio de carril automático y la navegación sin intervención del conductor. Algo que supondría, en la práctica, subir al Nivel 3 SAE.
Esto quiere decir que el conductor podrá quitar la mirada de la carretera, pero deberá estar preparado para intervenir si es necesario. Por lo tanto, no podremos echarnos una siesta en nuestros desplazamientos, pero si ver el móvil.
La clave de la aproximación de Tesla reside en su enfoque basado principalmente en el sistema «Vision» que usa cámaras en lugar de sensores, y redes neuronales profundas, procesando los datos de las cámaras para percibir el entorno.
A diferencia de algunos competidores que dependen en gran medida de sensores LiDAR y mapas de alta definición, Tesla confía en la capacidad de su software para interpretar el mundo en tiempo real tal como lo hace una persona. Esta estrategia permite una escalabilidad potencialmente mayor y una adaptación más rápida a entornos no mapeados previamente.
FSD sin supervisión: desafíos regulatorios y expansión global

Musk también mencionó que Tesla está colaborando estrechamente con diversas entidades regulatorias para asegurar que su tecnología cumpla con las normativas locales. La implementación de sistemas de conducción autónoma sin supervisión plantea desafíos significativos en términos de seguridad, responsabilidad legal y marcos regulatorios. Cada región tiene sus propias leyes y estándares, lo que requiere un esfuerzo considerable por parte de Tesla para adaptar y validar su tecnología en diferentes contextos.
Por ejemplo, en China, si una empresa quiere catalogar su sistema de conducción autónoma como Nivel 3, la empresa será la responsable de los accidentes que pueda provocar cada vehículo. Por eso de momento siguen usando la nomenclatura Nivel2+.
En Europa y otras regiones, la aprobación de sistemas de conducción autónoma sin supervisión está sujeta a pruebas y evaluaciones por parte de las autoridades competentes, que suelen necesitar meses o años para completarse. Si bien Tesla ha estado recopilando una gran cantidad de datos a través de su programa FSD Beta, la transición a un sistema sin supervisión para el público general requerirá la superación de obstáculos regulatorios específicos en cada mercado.
Impacto en el mercado y visión de futuro

Los expertos de la industria coinciden en que la continua evolución de Tesla y otras marcas, principalmente chinas, en el campo de la conducción autónoma, permitirá expandir la conciencia de los beneficios de esta tecnología, que mejora de forma sustancial la seguridad en carretera.
Sin embargo, también existen voces cautelosas que señalan la complejidad de lograr una autonomía total segura y fiable en todas las condiciones de conducción. Factores como el clima cambiante, situaciones de tráfico imprevistas y la interacción con conductores humanos, presentan desafíos significativos para cualquier sistema de conducción que dependa de la automatización, y cuyo rendimiento estará bajo escrupulosa mirada por parte de los grandes medios esperando un mínimo fallo para criticarlo.