Tesla quiere seguir el ejemplo de BYD produciendo de forma vertical sus baterías y reducir la dependencia china
Tesla busca acelerar su independencia de China con una estrategia de baterías 100 % internas, apostando por la producción local de celdas 4680 y materiales clave para reducir costes y ganar control.
Unas de las claves del crecimiento de BYD ha sido la apuesta desde el inicio por la producción propia de la casi totalidad de su componentes clave. Una integración vertical que ahora Tesla está intentando llevar adelante en un movimiento que busca reducir su exposición a la producción de baterías de China.
El objetivo no es precisamente pequeño: reducir al mínimo su dependencia de la cadena de suministro china. Así lo asegura un informe reciente de Piper Sandler, tras mantener una conversación con Jordan Giesige, experto en tecnología de baterías.
El núcleo de este plan pasa por la fabricación masiva de celdas 4680, desarrolladas internamente por Tesla, y cuya producción apunta a prescindir prácticamente por completo de componentes provenientes del gigante asiático. Aunque no será algo inmediato, los pasos ya están bien definidos: refinado de litio propio, producción de materiales activos para el cátodo, recubrimiento interno de electrodos y ensamblaje completo de baterías dentro de las instalaciones de la marca.
Uno de los pilares clave es la tecnología de electrodos con recubrimiento en seco (DBE), que promete ser entre cinco y seis veces más rápida que la técnica tradicional de recubrimiento húmedo. De lograr escalarse con éxito, supondría un importante ahorro en costes y un salto de eficiencia notable.
Además, Tesla estaría trabajando en alcanzar una capacidad de producción local de baterías LFP de unos 10 GWh anuales, mientras que en el conjunto de químicas es de 35 GWh, que llegan a los 100 GWh si sumamos la producción de Tesla con Panasonic. Unas cifras, las propias de Tesla, muy pequeñas si tenemos en cuenta las demanda de sus productos, e incluso teniendo solo en cuenta su sector de almacenamiento estacionario, supondría apenas el 25% de la misma.
Si tenemos en cuenta su división de vehículos, esta habría necesitado el año pasado, con unas ventas de 1.79 millones de coches entregados, y una media de 75 kWh por coche, serían algo más de 125 GWh al año.
Piper Sandler destaca que, a día de hoy, ningún otro fabricante estadounidense está intentando alcanzar este nivel de integración vertical. Incluso si surgen obstáculos técnicos, Tesla no partiría en desventaja, ya que el resto del sector todavía no ha presentado estrategias similares.
Aun así, los expertos avisan: cortar completamente los lazos con China es una tarea que puede llevar todavía varios años, pero que el simple hecho de intentarlo es ya importante.
