
Así es la furgoneta de pruebas ELF de Mercedes, con hasta cinco formas distintas de cargar su batería

Mercedes-Benz y Alpitronic se han comprometido a incorporar, ya en 2026, los primeros cargadores ultrarrápidos capaces de alcanzar los 1.000 kW de potencia para recargar las baterías de los coches eléctricos más avanzados. Faltaba la otra parte, la de que los vehículos de la marca alemana tuviesen la capacidad de admitir cargas a tales potencias, algo casi imposible de ver en los eléctricos a este lado del mundo.
Ahora, hemos conocido que la marca alemana trabaja intensamente en ello gracias a un laboratorio sobre ruedas llamado ELF: "Experimental-Lade-Fahrzeug", o "Coche de Carga Experimental". Está basado en un Clase V y se caracteriza por tener hasta cinco puertos de carga diferentes. De esa forma, la marca de la estrella podrá evaluar diferentes comportamientos y tecnologías con un único y claro objetivo: igualar los tiempos de recarga de coches eléctricos con los repostajes de los vehículos térmicos.
Esta banco de pruebas de Mercedes busca que la experiencia de carga sea lo más cómoda posible. Los alemanes consideran que el reto de la autonomía en los coches eléctricos ya está superado, por lo que toca centrarse ahora en ofrecer tiempos de carga mucho más rápidos. «La próxima batalla es la comodidad. Los clientes quieren que la carga sea tan rápida, fluida y sencilla como repostar. En eso se centra nuestro trabajo con ELF», reconoce Malte Sievers, director de desarrollo de carga de Mercedes.

Con este Mercedes ELF, la marca de la estrella busca explorar los límites de la tecnología de carga, estudiando múltiples opciones. Por ejemplo, las más básicas, utilizando puertos de carga a ambos lados del paragolpes delantero que puedan alcanzar los 900 kW de potencia con una toma convencional CCS. Gracias a los equipos de hasta 1.000 amperios, podrían recuperarse 100 kWh de electricidad en tan solo 10 minutos.
Pero Mercedes ha mirado más allá y ha instalado también un segundo tipo de carga basado en cables: el sistema MCS (sistema de carga de megavatios de alta resistencia) está derivado de la tecnología de los camiones eléctricos de la marca y está situado detrás del logotipo de la parrilla. En este conector se puede cargar a potencias superiores a 1 MW (1.000 kW) y se puede poner a prueba su resistencia térmica en condiciones de carga intensa.
La marca alemana también está estudiando un sistema de carga bidireccional más desarrollado, tanto con sistemas de corriente alterna como continua, para suministrar energía a dispositivos externos (V2L), a la red eléctrica (V2G) y al hogar (V2H). Como ya os contamos recientemente, Mercedes ofrecerá en Reino Unido para el 2026 su tecnología MB Charge Home, con el que estudiar las posibilidades de que sus coches eléctricos puedan abastecer energía a los hogares y que sus conductores puedan ganar créditos energéticos.

De esta forma, se podrán ahorrar mucho dinero al cargar la batería de estos vehículos en casa. Mercedes también está desarrollando su propio software que aglutine miles de vehículos como una «central eléctrica virtual» y poder contribuir así a dar estabilidad a la red durante los altos picos de demanda. Y hay más todavía: carga inductiva, carga conductiva automatizada, sistemas robóticos para conectar el cable automáticamente y techos fotovoltaicos que añadan hasta 30 kilómetros de autonomía al día.
La ambición de Mercedes es máxima, hasta el punto que algunas de sus soluciones ya se están probando en condiciones reales con el prototipo Mercedes-AMG GT XX, que recientemente ya alcanzó una potencia máxima de carga de 1.041 kW durante una carrera de resistencia en agosto. Todo este trabajo actúa como precursor de la próxima generación de cargadores ultrarrápidos que Mercedes planea establecer junto a Alpitronic a partir ya del año que viene.
Fuente | Autocar