
España roza los 48.000 puntos de recarga pública operativos, con un fuerte impulso en la ultrarrápida
España alcanza los 47.593 puntos de recarga pública, con un fuerte impulso en la alta potencia. Los cargadores de entre 50 y 250 kW crecen casi un 70%. AEDIVE mejora su metodología para contar solo puntos activos y fiables.

La red de carga pública de coches eléctricos en España sigue creciendo de forma constante. Según los últimos datos publicados por AEDIVE, a cierre del pasado 31 de julio de 2025, el país cuenta con 47.593 puntos de recarga operativos, lo que representa un aumento del 4,87% respecto al dato registrado el 31 de diciembre de 2024.
Este crecimiento se apoya especialmente en los cargadores de mayor potencia, clave para facilitar la adopción del coche eléctrico y mejorar su experiencia de uso. En concreto, los puntos de entre 50 y 250 kW han aumentado un 69,52%, mientras que los que ofrecen más de 250 kW han crecido un 49,90% en lo que llevamos de año. También los cargadores "semi rápidos" de entre 22 y 50 kW, han experimentado un avance, con un incremento del 16,22% en estos siete primeros meses.
Este desarrollo es especialmente significativo porque permite reforzar la red de recarga rápida e interurbana, clave para los desplazamientos de largo recorrido y para reducir los tiempos de espera en estaciones concurridas. Las infraestructuras de alta potencia están llamadas a jugar un papel esencial en la expansión del coche eléctrico, y los datos muestran que su implantación va en la dirección correcta.

Por regiones, Cataluña, Madrid y Andalucía se mantienen como las tres comunidades con mayor número de puntos de recarga públicos. En este periodo, la Comunidad de Madrid ha recuperado la segunda posición en el ranking nacional, lo que refleja el dinamismo de su red urbana e interurbana.
Desde AEDIVE valoran de forma positiva esta evolución. Arturo Pérez de Lucia, director general de la asociación, ha subrayado que “esta positiva evolución refleja los notables esfuerzos tecnológicos y de inversión que están realizando los operadores de puntos de recarga en la implantación de infraestructuras de recarga pública”.
Nueva metodología de análisis: solo puntos activos y datos más fiables

Uno de los aspectos destacados del nuevo informe es el cambio en la metodología empleada para recopilar y validar los datos. AEDIVE ha incorporado técnicas avanzadas de análisis de datos y ha alineado sus criterios con los del EAFO (European Alternative Fuels Observatory), el portal de referencia de la Comisión Europea.
A partir de ahora, solo se contabilizan puntos de recarga activos, es decir, aquellos que realmente están operativos en el momento del informe. Esto proporciona una imagen más precisa del estado real de la red, aunque también implica que pueda haber variaciones temporales tanto al alza como a la baja en función de la disponibilidad, el mantenimiento o los cambios de configuración de los equipos.
De hecho, la cifra de puntos de recarga de diciembre de 2024 ha sido ajustada retroactivamente para adaptarla al nuevo sistema de análisis, lo que refuerza la fiabilidad y coherencia de la serie histórica de datos.
El objetivo final es ofrecer un retrato más realista y riguroso de la red de recarga pública en España, de cara a mejorar la planificación y la inversión tanto desde el sector privado como desde las administraciones públicas.
Opinión

Nadie duda de que la evolución de la red de carga pública es una de las claves fundamentales para mejorar las ventas de coches eléctricos. Viajar por España es cada vez más sencillo gracias a la creciente redundancia de estaciones, que permite llegar prácticamente a cualquier destino con varias alternativas en caso de imprevistos o cambios de planes.
El problema es que la ubicación de muchas de estas estaciones sigue siendo mejorable. Mientras que para repostar un coche de combustión apenas hay que desviarse unos metros de las principales vías, una parte importante de los puntos de carga obliga al conductor a realizar largos desvíos, lo que supone una molestia y una considerable pérdida de tiempo. Y precisamente el tiempo es uno de los principales retos tecnológicos, que acaba diluyéndose si hay que invertir 10 o 15 minutos solo en ir y volver de la estación.
También está la cuestión del coste. La guerra de Ucrania y el shock del precio del gas provocaron en su momento un fuerte encarecimiento de las tarifas, que no han vuelto a los niveles previos a pesar de que en los últimos dos años la electricidad en España ha alcanzado precios mínimos. Tras el inicio del conflicto, el precio mayorista de la electricidad en España se disparó, alcanzando picos superiores a los 500 €/MWh en marzo de 2022. Desde entonces, y especialmente durante 2023 y 2024, la mayor disponibilidad de renovables ha impulsado una fuerte desescalada de precios, situándose en una media de 65 €/MWh en lo que llevamos de 2025.
Sin embargo, esta bajada no se ha reflejado en las tarifas de recarga, que continúan siendo bastante elevadas, salvo que se contrate una suscripción, la cual sí permite reducir el coste por kWh, aunque solo en la red con la que se tenga el contrato.
Fuente | AEDIVE