
Porsche trabaja en un nuevo software para dar a sus coches eléctricos ruido artificial y cambios de marcha falsos
Ya empieza a ser habitual que las marcas automovilísticas estén desarrollando sistemas y tecnologías para sus coches eléctricos que simulan las sensaciones de los vehículos de combustión interna. Porsche es la última en unirse a la lista.

Los incondicionales de la gasolina reniegan de los coches eléctricos por no transmitir las mismas sensaciones: se refieren a la ausencia del sonido de los grandes motores de combustión, del “juego” de cambiar de marchas por la ausencia de una caja de cambios, de la falta de vibraciones desde el asiento del conductor…
Esto ha empujado a algunos fabricantes a intentar atraerlos de una forma muy particular: ofreciendo tecnologías en sus coches eléctricos más deportivos que puedan simular estas sensaciones. El caso más conocido y aplicado a la práctica es el de Hyundai con su IONIQ 5 N: su sistema “N e-Shift” simula una transmisión de doble embrague de ocho velocidades, variando el par motor, el freno regenerativo e incluso introduciendo sonidos artificiales. Un sistema alabado por muchos, pero calificado de sacrilegio por otros.
Ahora, que una marca como Porsche esté valorando hacer algo similar, sin duda que levantará más de una ampolla. Y es que los alemanes, que están retrocediendo en sus planes más inmediatos de convertirse en una marca 100% eléctrica y que han cancelado sus planes de producir internamente las baterías de alto rendimiento para sus coches, están trabajando en una tecnología como la que tratamos.

El gerente de la flota de prototipos de Porsche, Sascha Niesen, contó su experiencia para el medio norteamericano The Drive. Este condujo un prototipo dotado de una tecnología que contaba con levas tras el volante, desde las que subir y bajar de marcha (de forma artificial, claro), y con ruido de motor también falso y generado artificialmente. Concretamente, con sonidos grabados de un motor V8 del Cayenne, que fue después modificado por los ingenieros para adaptarlo a las características de las mecánicas eléctricas.
«Grabamos los ruidos tanto del sonido que hace en el interior, como del sonido que sale del escape, en el exterior. Luego hay que modularlo, porque el rango de revoluciones es mucho mayor. Pero en teoría, si se introducen cambios de marcha virtuales, se podría usar todo el sistema, dependiendo de cuántas marchas virtuales se introduzcan», aseguró un Niesen que reconocía haber ido con una predisposición un tanto negativa.
«Quería odiarlo porque es artificial, falso y todo eso. Temía que quienes lo hicieran fueran solo expertos en software que no tenían ni idea de cómo funciona una transmisión e intentaban emularla». Finalmente acabó encantado, al asegurar que «consiguieron que pareciera una caja de cambios con convertidor de par. No noté la diferencia». Ahora Porsche tiene la difícil decisión de si seguir adelante con esta tecnología o no.
Por el momento, con el desarrollo de los prototipos de Cayenne eléctrico tendrían que hacer cambios importantes. «Necesitaría nuevo hardware, porque ahora mismo no hay levas de cambio en este». Lo que sí que parece claro es que estos sistemas, como en otros coches y otras marcas que están experimentando con sus posibilidades, serán un valor añadido y podrán ser desactivados cuando el conductor así lo decida. Ferrari, Mercedes, BMW, Toyota/Lexus, Ford… trabajan en sistemas similares. La pregunta es, ¿son realmente necesarios?
Fuente | The Drive