
Renault prepara un golpe inesperado con el Megane eléctrico con extensor de autonomía
Renault está probando una versión del Megane eléctrico con extensor de autonomía. El sistema, desarrollado junto a Geely, permitiría alcanzar una amplia autonomía combinando batería y motor térmico y su llegada estaría más cerca de lo que pensamos.

Renault está cocinando algo grande, aunque de momento guarde silencio. El fabricante francés está replanteándose la estrategia de sus coches eléctricos, y lo que parece claro es que se avecina un giro importante. Según las últimas informaciones que llegan desde Francia, tanto el Megane como el Scenic podrían volver a incorporar un motor de combustión, pero no como los de antes, sino en forma de extensor de autonomía.
Sí, ese Megane reconvertido en crossover eléctrico que no termina de despegar en ventas, al contrario que el Scenic, que ha encajado mucho mejor en el mercado, está en plena fase de rediseño. Y no solo para modernizar su estética o mejorar su equipamiento. La clave estaría en lo que no se ve: una mecánica que le dará una vuelta a lo actualmente disponible.
Tecnología EREV de Renault: misma plataforma, más kilómetros

El objetivo de Renault no es otro que plantar cara a propuestas como la del Leapmotor C10, un modelo chino con extensor de autonomía que ha llamado la atención por su equilibrio entre prestaciones y alcance yq ue se está haciendo un hueco en el mercado. Para responder, la firma francesa quiere tirar de su alianza con Geely y usar la tecnología desarrollada por HORSE, su empresa conjunta de motores.
En concreto, ya tienen listo un sistema llamado C15 que permitiría instalar un motor de gasolina de 1.5 litros, junto con generador, inversor y sistema de refrigeración, todo ello en un paquete compacto que se podría ubicar en el vano delantero, sin necesidad de modificar en exceso la estructura del coche eléctrico. El resultado sería un coche con en torno a los 200 km de autonomía eléctrica, y unos 900 km en modo híbrido.
Una cifra que, para muchos usuarios, podría ser determinante a la hora de decidirse por un coche eléctrico para el día a día, pero también les sirva para sus viajes más largos.

Las últimas fotos espía que han circulado por redes muestran dos unidades del Megane: una con el diseño actual, ver galería inferior, y otra claramente camuflada, que parece esconde cambios profundos en la parte delantera. Ambas han sido sometidas a pruebas en condiciones extremas de frío, hasta los 20 grados bajo cero, y de calor intenso en las carreteras españolas, para asegurarse de su correcto funcionamiento.
Si te fijas bien en las imágenes, se pueden apreciar restos de humedad en los faros y los cristales, además de la caja de baterías visible por la parte inferior y trasera del vehículo. Puede que eso te haga pensar que no hay espacio para un tubo de escape, pero tampoco lo hay a simple vista en los híbridos enchufables o convencionales de Renault o Dacia. En muchos casos, el terminal se encuentra oculto bajo el chasis, en diferentes ubicaciones dependiendo del modelo.

Así que no es descabellado pensar que este Megane camuflado esté escondiendo algo más que un rediseño estético. Todo apunta a que se trata de una mula de pruebas con el sistema EREV incorporado.
De hecho, el medio francés que ha sacado a la luz esta información afirma que el Megane será el primer modelo en recibir este nuevo sistema. Una jugada interesante, teniendo en cuenta que en su día se aseguró que este modelo no volvería a tener un motor térmico bajo el capó. Quizá, con truco: puede que la afirmación se refería al Mégane —con tilde—, y no al nuevo Megane eléctrico, sin ella. Curioso, pero no imposible.
Lo sabremos en unos meses. Renault ya ha puesto fecha para la presentación de la actualización del Megane eléctrico: primavera de 2026. Una nueva generación que se espera llegue también con una esperada versión "Long Range" que según los rumores montará el pack de 87 kWh que lleva la Scenic, y que le otorgará más de 650 km de autonomía homologada.
Fuente | Motor.es







