El faro eléctrico de Volkswagen se apaga: Zwickau en peligro por la caída de demanda

Zwickau fue la primera gran apuesta industrial del coche eléctrico en Europa. Ahora, esa gigantesca fábrica se enfrenta a un futuro incierto por la menor demanda de los modelos eléctricos del grupo Volkswagen que pone en riesgo miles de puestos de trabajo.

El faro eléctrico de Volkswagen se apaga: Zwickau en peligro por la caída de demanda
Fábrica de Volkswagen en Zwickau

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Publicado: 21/10/2025 09:56

En su día fue presentado como un emblema de la transición hacia el coche eléctrico dentro del grupo Volkswagen. La transformación de Zwickau, la mayor planta de producción de Volkswagen, en una instalación dedicada exclusivamente a fabricar coches eléctricos fue una apuesta estratégica que prometía posicionar a los alemanes como líderes del sector eléctrico en Europa. Hoy, esa misma instalación simboliza las tensiones internas de una industria que no encuentra la tracción esperada en sus planes de electrificación.

La situación actual refleja una combinación de caída sostenida de la demanda, exceso de capacidad productiva y una planificación industrial que ya no encaja con el ritmo real del mercado. Aunque desde el ámbito político se insiste en mantener viva la fábrica, la realidad es que la producción lleva meses operando por debajo de su capacidad, con paradas esporádicas en la línea y con malas perspectivas a medio y largo plazo.

El problema no es solo local. En 2024, el grupo Volkswagen ya anunció un recorte de 35.000 empleos en varios centros europeos, y aunque en teoría Zwickau no estaba destinada al cierre, las cifras actuales no respaldan su viabilidad como planta exclusiva de eléctricos. Su capacidad anual ronda los 360.000 coches, pero las previsiones para 2025 hablan de a duras penas se llegará a las 200.000 unidades producidas. En este contexto, los planes iniciales de reconvertir la planta en una fábrica estratégica para el futuro eléctrico del grupo corre un riesgo evidente.

Volkswagen Zwickau

La esperanza pasa por la permanencia de algunos modelos clave, como el ID.3, cuya producción no se trasladará aún a Wolfsburgo, y el Cupra Born, que podría seguir saliendo de las líneas de Zwickau. También el Audi Q4 e-tron mantendría su montaje en Sajonia por ahora. Por el contrario, el ID.4 pasará a producirse íntegramente en Emden, liberando capacidad que se prevé destinar a actividades relacionadas con la economía circular, como el reciclaje de componentes y baterías. Pero estas nuevas funciones apenas crearían unos cientos de empleos, muy lejos de compensar la actividad perdida.

Modelos de volumen, como la futura Electric Urban Car Family, formada por los CUPRA Raval, Skoda Epiq y Volkswagen ID. Polo e ID. Cross, buscarán profundizar en los segmentos de precio razonable, se fabricarán en España, que ha arrebatado a Alemania este importante proyecto.

El trasfondo de esta incertidumbre va más allá de una simple planta. Volkswagen y, por extensión, toda la industria automovilística alemana, se enfrentan al dilema de cómo gestionar la coexistencia entre tecnologías. La movilidad eléctrica avanza, pero no lo hace al ritmo que algunos planificadores habían previsto. Mientras tanto, motores de combustión como los que aún se fabrican en Chemnitz —más de 700.000 unidades al año— siguen siendo clave para mantener empleos y márgenes.

Y luego está el crecimiento imparable de los grupos chinos, que incluso en su apuesta por levantar nuevas instalaciones no están eligiendo a Alemania para hacerlo, sino al este y sur de Europa, con España como uno de los epicentros industriales para coches y baterías. Un cambio que preocupa mucho en Alemania.

Una situación la de Zwickau que es todo un aviso para la industria alemana, que puede ver como su falta de visión y de competitividad energética puede hundir su poderoso sector automovilístico que pivotará regiones más favorables en aspectos como el coste energético.

Fuente | faz.net

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