Toyota reafirma su apuesta por el hidrógeno
En una conferencia celebrada en Michigan, el presidente y director ejecutivo de ventas de Toyota en Estados Unidos, Jim Lentz, ha confirmado que se encuentran trabajando en estos momentos en la preparación del lanzamiento comercial de su primer coche impulsado por una pila de combustible, un modelo que si nada lo cambia llegará para el 2015 al mercado.
Según el Sr Lentz, la idea es poner a la venta una versión basada en el prototipo FCV-R, presentado durante el pasado salón del automóvil de Tokio, y que debería salir con un precio que no supere los 50.000 dólares, un coste que parece marca la línea roja para que los fabricantes den el salto de los conceptos a la realidad.
Para Toyota, la pila de combustible ofrece una alternativa de movilidad capaz de proporcionar autonomías y tiempos de recarga muy similares a los modelos con motor de combustión, aunque a pesar de ello, no han ralentizado sus investigaciones en baterías de litio, y según los representantes de Toyota, están ultimando una nueva generación de baterías que alimentarán los motores de una variada familia de coches enchufables y que supondrán un importante salto adelante de la tecnología.
Parece que todos los fabricantes volcados en la pila de combustible de hidrógeno se han puesto de acuerdo a pasar de las palabras a la acción, y será 2015 cuando presuntamente vean la luz los modelos de la propia Toyota, pero también de Mercedes, Hyundai y puede incluso que veamos por fin a la venta un modelo eléctrico de Honda.
Pero a pesar que sobre el papel la tecnología nos pueda parecer muy tentadora, hasta 700 kilómetros de autonomía y cuatro minutos para recargar, la realidad es que al igual que los actuales coches eléctricos, el coste del despliegue de una red de distribución de hidrógeno será el talón de Aquiles para su triunfo o fracaso, algo a lo que tendremos que sumar el empuje imparable de la evolución de las baterías, que resultará en una opción cada vez más económica y con mejores capacidades, lo que le permitirá madurar antes y posiblemente hacerse con el mercado particular, dejando al hidrógeno como un nicho muy concreto y minoritario.
La respuesta la tendremos en 2015, será entonces cuando sepamos si los clientes están dispuestos a pagar 50.000 dólares por disponer de grandes autonomías y recargas más rápidas, o por el contrario prefieren optar por los coches eléctricos con batería, más baratos, que pueden recargar en sus casas y mecánicamente más sencillos.
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