A muchos no les sonará el nombre de una de las nuevas regiones que a partir de 1 de enero de este año forman Francia. Es Languedoc-Roussillon-Midi-Pyrénées. Una región que linda con España, y que ahora afronta un despliegue de puntos de recarga para coches eléctricos realmente envidiable.
El objetivo es incrementar de forma drástica la cantidad de puntos disponibles. Tanto de baja potencia, como puntos de recarga acelerada, y también algunos de recarga rápida. Pero la mayor parte serán de la segunda clase. Acelerada.
Cada zona podrá seleccionar el modelo de recarga que más le interese. Por ejemplo departamentos como el Aude y los Pirineos Orientales, no tienen previsto instalar terminales de recarga rápida. Por su parte otros si apostarán más por la recarga rápida. Por ejemplo Tarn y Herault tendrán respectivamente 11 y 10 terminales de recarga rápida multiformato (CCS Combo, AC y CHAdeMO).
Pero la mayor parte de estos 1.000 puntos de recarga serán de carga acelerada a 22 kW. Una solución intermedia pensada principalmente para satisfacer las necesidades de aquellos modelos que pueden cargar a esa potencia. Modelos como el Renault ZOE, el más vendido de largo en este mercado, verá como se multiplican los lugares donde sacar provecho a su polivalente cargador.
Por supuesto toda esta red vendrá equipada con la correspondiente interoperabilidad. Esto quiere decir que con la misma tarjeta el conductor de un coche eléctrico podrá recargar en cualquier punto. Independientemente del operador que se encargue de la explotación de cada red. Simplemente tendrá que llevar encima su tarjeta RFID, o su móvil con una aplicación, y podrá recargar las baterías de su coche. Un despliegue que según las autoridades francesas, deberá estar listo antes de terminar 2017.
Una verdadera envidia que animará las cada vez más habituales ventas de coches eléctricos al otro lado de la frontera.
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Vía | Automobile-Prompe
