El fabricante sueco ha puesto ha prueba la versión eléctrica del C30 para comprobar su funcionamiento tanto en condiciones de extremo calor como dentro de ambientes con temperaturas gélidas y para esta última situación Volvo ha dotado al vehículo con dos sistemas diferentes de climatización. Por un lado los usuarios podrán climatizar el interior gracias a un sistema alimentado por bioetanol, con un depósito de 14,5 litros, lo que ayudará a mejorar la autonomía en estas condiciones de forma considerable, hasta un 50% en determinadas situaciones, mientras que si esta no resulta un problema, podremos optar por que sea la propia batería la encargada de mantener la temperatura interior.
Por supuesto podremos también optar por precalentar el habitáculo antes de desenchufar el coche por las mañanas lo que reducirá, en caso de optar por climatización eléctrica, de forma importante el consumo al limitarse el sistema a mantener la temperatura, una características que se tornará fundamental para los conductores que se muevan en ambientes donde las condiciones sean desfavorables y no quieran ver caer dramaticamente la autonomía de sus vehículos, algo que incluso puede resultar peligroso.
Fuente:
Volvocars
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