Alguno se habrá llevado un pequeño susto al comenzar a leer el título, pero por desgracia no se trata de que los jefazos de la Formula Uno han decidido dejar atrás los monstruosos motores gasolina, si no que este cambio se enmarca en una política de contención de gastos y de emisiones que supondrá para el 2014 la llegada de motores 1.6, sustituyendo a los V8, y lo más importante, la regla por la cual los monoplazas tendrán que circular en modo eléctrico durante su paso por los boxes.
Para poder aguantar este esfuerzo extra, el sistema de recuperación de energía, KERS, ha visto aumentada su potencia hasta los 120 kW, y además de la energía capturada durante las frenadas, aprovechará la producida por los gases del escape y con ello incrementar la autonomía eléctrica.
En definitiva, un pequeño paso para la Formula Uno pero un gran paso para la humanidad, sobre todo aquellos que trabajan en la zona de boxes y que hasta ahora tienen que soportar tanto el ensordecedor ruido de los coches como las emisiones contaminantes.
Fuente:
Autobloggreen
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