A pesar de estar en plena resaca post-electoral, no nos referimos a conservador en el aspecto político si no de política de empresa. Vemos a los grandes fabricantes que a pesar de disponer de tecnología, están dejando que sean otros los que pongan la primera piedra y de esa manera, ver si el mercado está o no preparado para la llegada del coche eléctrico. Pero la historia reciente nos desvela que muchas veces, el esperar acontecimientos desde la distancia con la tecnología lista en el garaje, no es una buena idea.
Es el caso de BP, el gigante petrolero que entre sus muchas actividades, dedicaba grandes cantidades de dinero a la investigación en campos como la fabricación de paneles solares. En una de estas investigaciones, sus ingenieros se toparon con un interesante descubrimiento que permitía la fabricación de una célula fotovoltáica, más eficiente y mucho más económica de producir.
Durante el año 2006, BP fabricó una determinada cantidad de paneles para unas pruebas que arrojaban unos excelentes resultados, algo que no fue suficiente para convencer a los administradores de la petrolera de continuar con el desarrollo, decidiéndose en 2010 el abandono del proyecto, el cierre de la factoría y la venta de la tecnología a la holandesa AMG Advanced Metallurgical Group.
Curiosamente, tanto 2006, como 2010 son años muy importantes a nivel simbólico para los coches eléctricos, primero con el nacimiento de Tesla y la presentación de su primer modelo, el Roadster, pero que también ha coincidido con los primeros pasos del proyecto Leaf de Nissan, que se convertiría en realidad, junto con el Volt, en las navidades del 2010.
Por supuesto, podemos pensar que BP entró en pánico al ver la llegada del coche eléctrico, o que simplemente decidieron recuperar la inversión realizada en aquella tecnología que ahora ha sido copiada por los fabricantes chinos, que están produciendo este tipo de paneles de forma regular este mismo verano.
La moraleja de esta historia es que fabricantes como Volkswagen, Audi o Toyota, pueden sufrir en sus propias carnes la apuesta tan tibia que están realizando en el segmento de los coches eléctricos, donde no veremos a ningún modelo de estos en nuestro mercado, como mínimo hasta finales del 2013 o principios del 2014, casi cuatro años más tarde que fabricantes como Renault, Nissan o General Motors, algo que podría pasarles factura, como le ha sucedido a BP.
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Fuente:
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