No los he contado, pero estoy seguro de que no hemos hablado en FCE de casi ningún coche más de lo que lo hemos hecho del Tesla Model S, o al menos de ninguno hemos hablado mejor, y es que hay que reconocer que en el mundo del coche eléctrico hay un antes y un después de Tesla.
La marca californiana nos desata esa sensación de asombro ya que han conseguido en unos pocos años lo que empresas inmensamente más grandes decían que no podía hacerse. Pero todo esto no significa que Tesla sea perfecta, ni que el Model S esté libre de defectos. Tenerlos los tiene, por lo menos de momento.
Desde su presentación y más tarde con su comercialización el Tesla Model S no ha hecho sino acaparar portadas, premios de coche del año y halagos allá donde va. Pero no deja de ser un modelo creado desde una hoja en blanco por una empresa que solo comenzó a fabricar coches hace 5 años. No solo eso sino que se trata de un equipo nuevo y una fábrica nueva, así que tener algunos fallos es inevitable.
Toda marca se enfrenta a fallos de calidad en sus primeras etapas con un modelo pero pocos son escrutados tan al detalle como el Model S, que no es un coche cualquiera sino un auténtico abanderado de la movilidad eléctrica. Hagamos repaso de los defectos y sorpresas que han ido surgiendo en las primeras unidades del Model S.
Varios propietarios han denunciado que sus puertas se abren solas. Al volver a sus coches se han encontrado las puertas sin asegurar o el tirador de la puerta asomando. Esto ha ocurrido después de cerrar las puertas remotamente con la llave o en el modo que cierra automáticamente las puertas cuando el mando se aleja del coche una determinada distancia. Otros han experimentado problemas para poder abrir su techo solar.
Al parecer la actualización del software a la versión 4.1 se diseño para ofrecer un modo de reposo que consumía menos energía, pero el cambio ha traído una serie de fallos de software menores que afectan al funcionamiento de tiradores, la función de cierre, limpiaparabrisas y otros controles. Para solucionarlos a menudo hay que reiniciarlo, con las molestias que eso implica para algunos usuarios que se enfrentan al reinicio diariamente. Tesla está ya lanzando una actualización de software, la 4.2, que debería poner fin a estos problemas aplazando la función de reposo para algo más adelante.
Bastantes usuarios se han quejado también de que la función de desempañado del parabrisas en condiciones de frío o humedad tiene un rendimiento bastante pobre. Desde Tesla la reacción ha sido rediseñar el sistema de ventilación y crear un kit que estará disponible muy pronto para poder reemplazar el existente en cualquier centro de servicio de Tesla en menos de una hora.
Algunos propietarios han denunciado que los portoncillos que cubren el puerto de carga, disimulado en los faros traseros, son algo reacios a abrirse o cerrarse adecuadamente, e incluso saltan solos a veces. A un usuario también se le quedó el cable de carga atascado en el enchufe y el servicio de Tesla tuvo que ir a rescatarle.
También es común la queja acerca de la mala calidad de las alfombrillas. No vienen por defecto en las plazas traseras y las delanteras son bastante cuestionables. Tesla ofrece unas «premium» pero cobra 400 dólares por ellas. Un mal detalle por parte de Tesla ahorrar en alfombrillas tratándose de un coche de ese nivel y precio.
Algunos usuarios se han visto bastante sorprendidos por una curiosa característica del Model S. Resulta que en condiciones de frío muy intenso el Model S es capaz de desconectar automáticamente al arrancar la función de frenado regenerativo. La razón es evitarle a la batería, aún fría, el esfuerzo de asumir esas cortas pero potentes recargas hasta que no alcanza una temperatura de funcionamiento suficiente.
Como función puede ser comprensible desde un punto de vista técnico, pero no lo es tanto que el coche no lo avise o que sus dueños no lo sepan de antemano. Muchos usuarios se han acostumbrado a conducir prácticamente con un solo pie haciendo un uso intenso de la autofrenada regenerativa y tal función les ha pillado de improviso, dando algún que otro susto.
Ha habido incluso algún usuario que ha tenido la desgracia de encontrarse con varios de estos problemas a la vez, lo que le ha amargado profundamente su decisión de adquirir un Tesla Model S, afirmando incluso que de poder hacerlo devolvería el coche. Al parecer recibió su vehículo en una época en que Tesla estaba acelerando rápidamente la producción, lo que le ha podido pasar factura.
Sin embargo la gran mayoría de propietarios no ha sufrido ningún problema y están encantados con su coche, o si no al menos parecen dispuestos a dar algo de cuerda a Tesla y concederles tiempo para solucionar los problemas que van surgiendo. Uno de los afortunados dueños decía en un foro que «el coche es demasiado increíble como para andar lloriqueando por unos problemillas que tarde o temprano se van a solucionar«. Y es que el Model S no es aún nada más que un recién nacido.
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Fuente | GCR
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