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Bolloré descapotable y expansión de Autolib

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El grupo francés Bolloré, proveedor del sistema de coches compartidos Autolib de París, podría estar considerando sacar una versión cabrio de su modelo Bluecar con intención de incentivar las ventas entre particulares. Un aliciente para competir con el Renault Zoe que se suma al poder hacer uso de las plazas destinadas a los vehículos de Autolib y los 2.000 euros menos del poco agraciado diseño de Pininfarina.

Y aunque los particulares no se animen, Bolloré podrá mantener su producción gracias a los acuerdos que Autolib ha firmado para los próximos meses con otras ciudades francesas e incluso una gran partida que irá destinada al desembarco de la plataforma de coches compartidos en tierras estadounidenses.

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Aunque digan lo contrario se puede ir a París y no ver la torre Eiffel, pero es muy difícil, casi imposible, no cruzarse con un pequeño coche gris, que sin hacer el más mínimo ruido se desliza con agilidad entre el denso trafico parisino. El servicio de coches compartidos Autolib ha sido un éxito en París, donde vecinos y comerciantes lo usan a diario para sus recorridos cortos dentro de la gran ciudad y para mover mercancías llenando hasta el último hueco de su reducido habitáculo.

Su éxito ha animado a otras ciudades francesas a llegar a un acuerdo con Autolib, de modo que Burdeos y Lyon se sumaran a la movilidad eléctrica en los próximos meses y llenaran sus calles del apático Bluecar, compitiendo con otros servicios de coche compartido ya existentes en estas ciudades. De momento está previsto que Burdeos comience con una flota de 90 coches a precios inferiores a los de París y en Lyon tendrán que hacerlo bajo otro nombre al haber ya un servicio de alquileres cortos llamado Autolib.

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«Inicialmente abordaremos solo dos ciudades en Francia. Después saldremos al extranjero y la primera ciudad será en Asia«, declaraba recientemente Vincent Bolloré. Sin embargo el Bluecar aterrizará primero en tierras norteamericanas donde Autolib ha conseguido un acuerdo con la ciudad de Filadelfia a la que llevará 500 unidades que se repartirán en 200 puntos de la ciudad y contarán con un total de 1.200 puntos de recarga. Se trata de un gran pedido considerando que Bolloré lleva vendidas unas 2.200 unidades del Bluecar de las cuales al menos 1.750 han sido para Autolib.

¿Por qué no cuaja entre los particulares este modelo? El Bluecar es casi 2.000 euros más barato que el Renault Zoe, no tiene limitación de kilómetros en el alquiler de la batería y tiene una autonomía mayor (250 km frente a los 210 del ZOE). Con medio metro menos es mucho mas apropiado para ciudades que, como París, están plagada de Smarts e iQs y puede además hacer uso de las numerosas plazas que Autolib dispone por toda la ciudad.

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Tal vez el hecho de no ser un fabricante de coches, si no de baterías, el que lleva el proyecto no genere confianza entre los posibles compradores. Pero el Bluecar ha demostrado de sobra su fiabilidad dando servicio en las calles de París. Tal vez el diseño, a pesar de ser Pininfarina (DEP), no sea muy atractivo; los pequeños faros con ópticas separadas y los tapacubos le dan el aspecto de un coche sin carnet . O tal vez la estampa de los coches de Autolib, todos de un triste color gris, con grandes tachuelas en los paragolpes que le hacen parecer un blindado del equipo A y algunos luciendo cicatrices de la mala vida, no sea muy saludable para la imagen de este coche.

Ahora Bollaré nos sorprende con una versión descapotable que presuntamente ha sido patentada y registrada bajo el nombre Bluesun, pero que genera muchas dudas por la ausencia de anclajes para el techo o de un posible mecanismo para una capota. La revista francesa L’automobile ya lo ha bautizado como «el coche con forma de zapato«, por la curiosa forma que queda al mantener los pilares traseros. En el futuro veremos si se convierte en realidad o es solo un reclamo publicitario, pero es una pena que el Bolloré no mire más por la imagen de este coche y saque versiones más prácticas, como por ejemplo una versión sin plazas traseras viendo el uso que los comerciantes parisinos le dan a diario.

Fuentes |Bollore | Indystal | L’automobile

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