Cuando en 2009 Daimler invirtió 50 millones de dólares en Tesla, mucho no entendieron la operación. Salvar a un pequeño fabricante norteamericano, que entre sus principales planes estaba la fabricación de una berlina eléctrica, un modelo que competiría contra los propios productos de los alemanes.
Pero parece que esa inversión ha sido mucho más que una simple operación de marketing para Daimler. Con la inversión totalmente recuperada gracias a la tremenda subida de los títulos de Tesla, ahora los alemanes se propone realizar una colaboración más a largo plazo y sosegada. Nuevos proyectos que den continuidad a una colaboración que ha dado como resultado el sistema que lleva el Smart ED de y el próximo Mercedes Clase B ED.
Está claro que Tesla está en la cresta de la ola, tanto a nivel mediático, como tecnológico. Y el grupo Daimler es consciente de ello, por eso mantiene su 4.3% dentro del pequeño fabricante norteamericano. De esa forma logra tener una segunda visión de los futuros desarrollos.
Y es que la idea no es para nada mala. Tener un equipo propio de diseño, pero al mismo tiempo tener un ojo en el de Tesla. Esto permitirá a Daimler aprovechar una sinergia en la que ambos ganan. Sobre todo en cuanto al desarrollo de baterías, donde parece que los germanos andan con algo de retraso provocado por su perezosa llegada a un mercado donde Tesla de la mano de Panasonic han logrado lo impensable, que la producción tenga que ser reforzada año tras año por la fuerte demanda.
Ahora la gran pregunta es cual será el siguiente proyecto. Con los urbanos cubiertos con el Smart y los compactos con el Clase B, todo hace indicar que un modelo de mayor tamaño sería el paso más lógico.
Tal vez un Clase C, que en su nueva generación tendrá una versión híbrida, y por qué no, también podría tener una eléctrica. Aunque de aprovechar el desarrollo de Tesla, tal vez sería mejor utilizar la plataforma del clase S para crear una berlina alemana y eléctrica, el sueño de muchos alemanes que se resisten a Tesla a la espera de un producto propio.
Hagan sus apuestas.
Vía | Autobloggreen