Parece que se repite la historia. NEVS, la empresa que el pasado año compraba los restos de SAAB, ha publicado una nota de prensa admitiendo que debido a problemas financieros, tendrán que reducir personal y parar temporalmente la producción de la planta sueca de Trollhätten.
No parece un problema menor. Según los responsables de esta empresa propiedad de fondos de inversión asiáticos, están buscando un socio en la industria del automóvil, que les permita recibir una inyección de capital. Un capital que le permita recuperar una producción que prometía grandes cosas, pero que de momento se ha quedado en apenas seis unidades ensambladas.
Según parece, uno de los socios, Qingbo Investment Company, no está aportando el capital acordado en el reparto de las acciones, lo que está provocando las estrecheces de caja en la nueva SAAB.
Y es una pena ya que el planteamiento del SAAB 9-3 eléctrico eran muy interesante. Una berlina con un aspecto moderno y reconocible, con ampla capacidad de carga, y lo más importante, una autonomía que los responsables había estimado en unos 280 kilómetros, en condiciones reales.
Ahora tendremos que esperar a ver si la nueva SAAB sigue los pasos de la vieja, o si una inyección de capital desde China le permite revivir.
Vía | Autoblog
