Después de la venta de Opel al grupo PSA, desde el fabricante se indicó que los planes para el lanzamiento del Ampera-e seguían su curso, con unas primeras entregas en Noruega a finales de este mes de mayo, o principios de junio, y una distribución que se ampliaría de forma paulatina por el resto de Europa a principios de 2018.
Pero Opel indica que tiene muy pocas unidades. Algo que sumada a la fuerte demanda supondrá que unos pocos afortunados recibirán sus coches antes del verano. Por su parte aquellos interesados que quieran realizar una nueva reserva están recibiendo un aviso del fabricante de que la espera puede ser más larga de lo esperado.
En estas cartas Opel indica que sus unidades podrían no llegar hasta finales de 2018 o principios de 2019. Sin duda un jarro de agua fría para los muchos usuarios que estaban esperando la llegada de este nuevo modelo. Sobre todo aquellos que no están situados en los países seleccionados para la primera fase de la distribución.
La razón principal de esta dilatación es la baja capacidad de producción de las líneas de montaje del Ampera-e en Detroit. General Motors tiene previsto ensamblar 30.000 unidades para este primer año, y su distribución se centrará principalmente en aquellos lugares donde hay en marcha normativas ambientales, como California.
Una forma de sacar el máximo provecho a un coche que en una primera fase será altamente deficitario para el fabricante. Unas pérdidas que los créditos sobre emisiones pueden ayudar a minimizar, y que tendrá como resultado que para la llegada del Ampera-e a mercados como el nuestro, tendremos que armarnos de paciencia y esperar al menos un año y medio o dos años.
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Fuente | Elbiforum
