¿Tendría sentido un carnet sólo para coches eléctricos?

Desde hace años, en España existe la posibilidad de obtener el carnet de coche (permiso B) específico para modelos con transmisión automática. Con él, el usuario solamente podrá conducir coches automáticos, algo que si bien a primera vista puede parecer una limitación demasiado grande, viendo la generalización que están sufriendo este tipo de transmisiones en nuestro país desde hace unos años (gracias a las cajas de doble embrague y de convertidor de par), cada año tendrán más y más sentido.

Por supuesto, el aprendizaje con un coche automático es mucho más sencillo que en uno manual. El alumno nunca podrá calar el coche, y no tendrá que estar pendiente de un embrague o de la caja de cambios. Eso significan menos clases, y por lo tanto menos dinero invertido en el carnet. Por supuesto, este tipo de carnet permite conducir coches eléctricos, pues la inmensa mayoría se conducen como si fueran automáticos. La cuestión es que los coches eléctricos sufrirán una enorme expansión en los próximos años, lo que nos hace plantearnos, ¿tendría sentido un carnet de conducir exclusivo para coches eléctricos?

Si bien es verdad que un eléctrico se conduce a grandes rasgos como un coche de combustión dotado de caja automática, existen ciertas diferencias reseñables. Por un lado, en un eléctrico hay que utilizar mucho menos el freno, gracias a que el coche retiene en cuanto levantas el pie del acelerador. Esto facilita la llamada «conducción de un pedal», algo realmente útil en ciudad. Por otro lado, la respuesta del acelerador es mucho más lineal, teniendo una respuesta más directa que en un coche de combustión. Además, las preguntas teóricas sobre mecánica se simplificarían enormemente.

Lógicamente, todas estas ventajas supondrían un proceso de aprendizaje menor al de un coche con cambio manual, y similar a un coche automático. Entonces, ¿por qué crear un carnet exclusivo para coches eléctricos? Por un lado, sería una buena forma de fomentar la compra de coches eléctricos, ya que quien obtuviera dicho carnet estaría limitado a ellos. Además, fomentaría el uso de servicios de carsharing como Car2go, emov y ZITY, muy populares entre los jóvenes y dotados de una flota 100% eléctrica.

Quizás el gobierno podría hacer este tipo de carnet más atractivo mediante una reducción de tasas respecto al permiso B estándar para que salga más barato, así como conceder bonificaciones a aquellas autoescuelas que ofrezcan clases para este tipo de carnet y ayudas en la compra de coches de autoescuela eléctricos. Sería una forma de hacer más atractivo un permiso que ayudaría en la implantación del coche eléctrico en España.

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