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Ahora no Permitir

El presidente de PSA (Peugeot-Citroën) indica que las multas de Europa por superar las emisiones beneficiarán a los fabricantes chinos

Carlos Tavares, presidente del grupo PSA, que engloba a marcas como Peugeot, Citroën y ahora también a Opel, ha realizado unas cuando menos curiosos declaraciones sobre las nuevas normas de emisiones contaminantes que Europa pondrá en marcha en 2020. Unas regulaciones que impondrán un máximo de 95 gramos de CO2 por kilómetro.

Según el Sr Tavares, las sanciones a aquellos fabricantes que no cumplan con las normas les pondrán de rodillas frente a los fabricantes chinos ante una posible adquisición. Y todo por que estos cuentan con una tecnología eléctrica capaz de cumplir con dichas normativas.

Incluso añade que estas nuevas reglas simplemente servirán para crear un Caballo de Troya, que facilitará a los fabricantes chinos desembarcar en Europa. Unas declaraciones que llegan en un momento donde se están disparando las tensiones entre los mercados, y donde se disparan las políticas proteccionistas. Se suma a todo esto la preocupación que ha aumentado desde la compra del 10% del grupo Daimler por los chinos de Geely.

El problema es que si un fabricante, del que no ha dado nombres, no logra cumplir con las normas de emisiones y se ve hundido por culpa de las enormes multas que se están preparando, debido a las leyes antimonopolio de Europa posiblemente no podría ser adquirido por otro fabricante europeo, poniendo en bandeja de plata y a bajo coste su compra por un grupo foráneo.

Y claro, ¿quién tiene dinero y tecnología eléctrica?. Los chinos. Fabricantes que llevan años intentando entrar en nuestro mercado, y que se beneficiarían de la desidia de algunas marcas para adaptarse a los nuevos tiempos donde se han dado la mano la caída del diésel, el aumento de las ventas de todocaminos. Algo que está disparando las emisiones de CO2. Algo ante lo que no tendrán a tiempo alternativas eléctricas para compensar este ascenso.

Tavares, que es presidente de la asociación de fabricantes europeos (ACEA) ha pedido a Bruselas que suspenda la entrada en vigor de las nuevas normas de emisiones hasta que Europa cuente con una red de puntos de recarga para coches eléctricos más amplia.

Un movimiento a la desesperada de una industria con una enorme importancia industrial y económica, que se ha dormido en los laureles en una transformación que otros mercados han adoptado de forma mucho más rápida y eficiente.

Vía | Autonews

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