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Tesla da los primeros detalles de la nueva generación de Supercargadores, critica la potencia de iniciativas como IONITY y abre la posibilidad a la entrada de otras marcas

Las presentaciones de resultados de Tesla se están convirtiendo en un torrente de novedades por parte del fabricante norteamericano. Además de confirmar la buena marcha de la producción del Model 3, la llegada del Model Y, y la autonomía del Semi, ahora han dado los primeros detalles de la nueva generación de Supercargadores. Una red de recarga que se ha convertido en una de las piedras angulares para Tesla, y que está camino de recibir una actualización.

Pero al contrario de lo que esperábamos, en esta ocasión los de Elon Musk no optarán por potencias astronómicas y cifras mareantes. Algo cuando menos sorprendente si recordamos que hace no mucho cuando el presidente de Tesla era preguntado por los 350 kW de iniciativas como IONITY, indicaba que eso era un juego de niños.

Según el propio Musk «Definitivamente vamos a mejorar la tecnología de nuestros Supercargadores. Una toma de 350 kW en realidad no tiene mucho sentido, a menos que tengas un pack de baterías monstruoso o este disponga de capacidad para cargar a muchas C. Creemos que con 350 kW vas a estropear la batería. No puede cargar un pack de baterías de alta energía a esa potencia, a menos que sea uno con una elevada capacidad. Para nosotros, lo ideal será una cifra de entre 200 o 250 kW«.

El director técnico de Tesla, JB Straubel, ha suscrito estas palabras. Ha señalado que necesitan encontrar un equilibrio en la potencia de la nueva generación de Supercargadores. Podrían desarrollar una toma de 300 o 400 kW, pero dicho sistema no sería una solución útil para la mayoría de sus clientes.

Y es que no olvidemos que la base de los clientes del fabricante norteamericano estará formada en poco tiempo por propietarios del Model 3. Un coche que en su versión más capaz se queda por debajo de los 80 kWh, por lo que una carga a 350 kW supondría llegar a los 4C. Una locura para una batería que ahora está cargando en la actual red apenas a 1C.

En lugar de optar por entrar en una carrera armamentista con potencias de carga, Tesla ha indicado que optarán por mejorar la autonomía de sus vehículos, para de esa forma reducir la necesidad de acudir a los puntos de recarga ultra-rápidos.

Apertura a otras marcas

Pero sin duda lo más llamativo es que el propio Elon Musk ha vuelto a poner sobre la mesa la posibilidad de que los coches de otros fabricantes puedan empezar a usar la red de Supercargadores. Según Elon Musk, esta red no es un «jardín amurallado» y que estaría muy contento con poder colaborar con otros protagonistas de la industria del coche eléctrico.

Las condiciones al menos parecen de lo más justas «Simplemente tendrían que pagar. Compartir los costes proporcionales al uso de su vehículo, y tendrían que poder aceptar nuestra tarifa de carga, disponer de nuestro conector, o al menos tener un adaptador para el mismo. El problema es que hasta ahora ninguno de los otros fabricantes han mostrado interés en hacerlo, pero nosotros estamos abiertos a ello».

El principal problema para este acuerdo sería precisamente aceptar las tarifas de carga. Desde Tesla se ha puesto en marcha un sistema que prácticamente opera al coste. Por ejemplo, en Holanda el precio de una carga de hasta 120 kW es de 0.20 euros el kWh, mientras que operadores como Fastned están cobrando el kWh en recarga a 50 kW con 0.59 euros. Falta por saber las tarifas que tendrá una IONITY que de momento opera sin coste hasta finales de este mes de mayo, pero sobre la que marcas como Porsche ya han indicado que esperan poder transformar a medio plazo la inversión en una fuente de ingresos.

Vía | Teslarati

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