África es el continente que más rápido se está urbanizando, con una tasa anual del 4% frente al 2% de la media mundial. Esto está teniendo como consecuencia que las necesidades de transporte de la población también están aumentando considerablemente. Actualmente, el transporte del África subsahariana es casi al 100% operado con combustibles fósiles, lo que es muy costoso para la población.
En Nairobi, los residentes gastan entre el 14% y el 30% de su sueldo en transporte. Precisamente para intentar proteger a los consumidores de los precios cada vez mayores del combustible, los gobiernos africanos tienden a subvencionarlo fuertemente, algo que por otro lado no ayuda al desarrollo de sus economías.
Por otro lado, la demanda de electricidad de África está aumentando rápidamente, y se prevé que se cuadruplique para el año 2040. Además, algunos países de África tienen tecnologías energéticas más avanzadas de lo que a simple vista pudiera parecer. Por ejemplo, en 2017, el 77% de la demanda energética de Kenia se cubrió con energías renovables.
Los países del África Subsahariana necesitan de forma urgente una alternativa a los combustibles fósiles, tanto para dejar de depender de los subsidios gubernamentales, como sobretodo para poder aprovechar sus propios y amplios recursos renovables. Por ello, los coches eléctricos podrían ser una solución ideal para estos países, pues ayudarían a disminuir la dependencia del petróleo, y además podrían funcionar como acumuladores energéticos. Por otro lado, ayudarían a rebajar la elevada contaminación de algunas ciudades de africanas.
Para lograr este objetivo, numerosos países del África subsahariana llevarán a cabo importantes inversiones durante la próxima década para aumentar su capacidad energética. Dado el aumento de la población, de la urbanización y de la clase media, también aumentará considerablemente el parque automovilístico de la región durante dicho periodo.
Sin embargo, antes de poder adoptar el coche eléctrico, estos países tendrán que sortear una serie de dificultades, comenzando por el elevado precio de esta tecnología, que debería abaratarse rápidamente en los próximos años. Además, un parque automovilístico eléctrico necesita un suministro de energía estable en el tiempo y barato, lo cual es algunos países de la zona será complicado de conseguir: los apagones de electricidad ocurren a diario en 30 de los 48 países que conforman el África subsahariana, y los precios de la electricidad son el doble de elevados que en China o Estados Unidos.
Tampoco podemos olvidar el problema del reciclado de las baterías, pues en estos países los sistemas de gestión de residuos son muy laxos.
Fuente | weforum
