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Las ventas de coches eléctricos en Europa frenan su crecimiento en 2018. Las razones de los expertos, baja autonomía y poca red de recarga

En los seis primeros meses del año se han vendido en Europa un 33% más coches eléctricos que el pasado año. Una cifra que podría ser relativamente buena, de no ser por que supone un recorte respecto al pasado ejercicio. Y es que entre enero y junio de 2017 se habían vendido un 54% más coches eléctricos que en el mismo periodo de 2016.

Esta dinámica se produce además en un momento donde las ventas de coches diésel están en plena caída en Europa. Algo que junto con la mayor oferta, la mayor autonomía media, y también el contar con más infraestructura de recarga que el pasado año, hacen que las cifras deberían ser mejores.

Pero a pesar de todo las matriculaciones están perdiendo algo de tracción. Una realidad que sería incluso más dura de no ser por el fuerte crecimiento que han vivido las entregas en algunos mercados clave, como Alemania y Reino Unido. Pero algo que no ha sido suficiente para compensar la bajada en el resto de mercados.

Algunos consultores del sector indican que las razones para esta bajada son clásicos, como una autonomía que indican no cubre las necesidades de los consumidores, y la falta de puntos de recarga. Pero la realidad es que estos dos puntos están en una situación mejor que en 2017. Hay modelos con más autonomía, y hay más infraestructura de recarga.

Entonces ¿cuál es la razón para esta pequeña bajada?. Una de las explicaciones es la cercanía de la llegada de nuevas e interesantes propuestas. Al desembarco ya confirmado de modelos como el Audi e-tron, el arranque de las ventas del Jaguar i-Pace, se suman los anuncios de llegada del Hyundai Kona eléctrico, además de los rumores de la renovación de la batería del Nissan LEAF, y también el restyling el próximo año del Renault ZOE.

Además hay que sumar los problemas de los fabricantes para adecuarse al nuevo ciclo WLTP. Un nuevo formato que a partir del 1 de septiembre obligará a las marcas a anunciar las cifras de consumo y autonomía bajo este nuevo sistema, que cambiará bastante las cosas. Un cambio que no supondrá sólo modificar los carteles que indican las cifras, sino que han obligado a cerrar temporalmente algunas fábricas para adecuarlas al nuevo formato.

Esto ha dado como resultado que algunos modelos tengan problemas para el suministro, e incluso se ha paralizado la toma de reservas. Algo que está afectando a las ventas que muy posiblemente recuperen terreno perdido en la segunda mitad del año.

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