Stuttgart prohibirá el acceso a la ciudad de coches diésel euro4 en 2019
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Publicado: 13/07/2018 12:18
Desde el estallido del escándalo de emisiones de Volkswagen, el diésel ha pasado de ser el carburante más popular entre los consumidores, a contar con un rechazo cada vez más amplio entre diferentes sectores. Algo que está llevando a un derrumbe de las ventas que golpea duramente a las marcas más expuestas. Ahora llega una nueva noticia que supone todo un ejemplo de los nuevos tiempos que corren para estas contaminantes motorizaciones.
Stuttgart, una de las cunas del automovilismo alemán y sede de marcas como Mercedes, o Porsche, ha confirmado la puesta en marcha de medidas que restringirán la entrada de coches diésel al centro de su ciudad. Un movimiento realmente significativo de una de las ciudades con mayor dependencia económica de este tipo de motorizaciones, pero que ha decidido que ha llegado el momento de empezar la cuenta atrás de su final.
De momento Stuttgart no será tan exigente como Hamburgo, y reducirá la prohibición de entrada a aquellos coches que funcionan bajo la norma Euro4, lo que afectará a los coches matriculados antes de 2005. Una medida que supondrá que aquellos modelos más contaminantes no podrán acceder al centro de la ciudad a partir del 1 de enero de 2019. A cambio la medida será más extensa en cuanto al área a cubrir, y esta se extenderá por toda la zona urbana de la ciudad germana y no por determinadas calles como en el caso de Hamburgo.
En total se estima que en el ayuntamiento hay censados unos 188.163 vehículos diésel con certificación euro4 o anterior. Una medida que también afectará a los coches que llegan desde fuera de la ciudad, incluyendo los extranjeros.
Desde la administración de la ciudad se ha indicado además que si a mediados de 2019 no ven que las cifras de emisiones de gases como los peligrosos NOx no se reducen de forma significativa, en 2020 elevarán el listón a los modelos Euro5, que supondrá la expulsión de aquellos coches matriculados antes de 2008. Algo que significaría que otros 188.000 vehículos viesen como a partir del 1 de enero de 2020 tampoco podrían acceder a la ciudad.
La explicación del ayuntamiento para no poner en marcha la medida directamente desde el Euro5, es que no quieren implementar medidas radicales sin contar con un paquete de medidas amplio que permitan contar con un aire más limpio en el centro.
Una medida como decimos con mucho de simbolismo, que denota que incluso en aquellas ciudades fuertemente ligadas con la industria del automóvil como Stuttgart, también han puesto en marcha la cuenta atrás para terminar con unos diésel que hasta ahora han campado a sus anchas por las zonas más sensibles de las urbes.