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Volkswagen tendrá 16 fábricas de coches eléctricos, que producirán 10 millones de unidades en los próximos 5 años

Para muchos a pesar de su perezosa apuesta inicial, Volkswagen será en gran protagonista de la nueva generación de coches eléctricos. Al menos los números indican que el cambio de mentalidad en el fabricante alemán está siendo muy importante, algo que denotan las enormes inversiones que se están preparando para la ocasión.

La piedra angular será la plataforma MEB, que esta pasada semana se ha presentado en público por primera vez, y sobre la que pivotará toda la estrategia no sólo de la marca, sino de todo el grupo.

Entre 2018 y 2022, Volkswagen pondrá en marcha hasta 16 nuevas líneas de producción de coches eléctricos. La mayoría se situarán en Europa, repartiéndose entre los diferentes estados donde los germanos tienen presencia, aunque primando principalmente las plantas alemanas. Una inversión de 40.000 millones de dólares que permitirá crear una capacidad de producción de dimensiones hasta ahora nunca vistas en este sector.

En total Europa recibirá 13 de las 16 nuevas instalaciones. Una buena noticia que permitirá amortiguar ligeramente la caída en el empleo que supondrá la llegada del coche eléctrico. Al menos dentro de la propia marca. El impacto en los suministradores externos posiblemente será mucho más duro.

Además para satisfacer la demanda de los mercados foráneos, Volkswagen pondrá en marcha dos fábricas propias en china, más las que comparte con sus socios locales, y también una nueva planta en Estados Unidos. Una forma de acercar la producción a la demanda, y evitar problemas con la cuestión de los aranceles provocados por las guerras comerciales.

Un proyecto que se ha marcado el objetivo de fabricar 10 millones de coches eléctricos antes de 2025.  Algo que supondrá una media de por encima de los 1.5 millones de unidades al año, y que necesitará no sólo de una buena infraestructura de producción de vehículos, sino también un importante suministro de componentes como las baterías. Un aspecto en el que Volkswagen ha trabajado con importantes acuerdos como los firmados recientemente con LG.

Un aspecto clave que determinará la velocidad de expansión de un proyecto que arrancará en noviembre de 2019 con el inicio de la producción del primer I.D. que saldrá de la fábrica de Zwickau, y que dará el pistoletazo de salida a la expansión de las ventas de coches eléctricos por las diferentes marcas que conforman el grupo VW.

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