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La fábrica del Volkswagen I.D. Neo en Zwickau comenzará a funcionar en 2019, y en 2020 ya podrá producir 100.000 coches eléctricos al año

Tras el escándalo Dieselgate, en el que se descubrió que el grupo Volkswagen había utilizado un dispositivo fraudulento para falsear las emisiones de sus motores diésel en las pruebas de homologación, la empresa alemana ha comenzado a llevar a cabo un importante esfuerzo por limpiar su imagen, destacando su (por fin) decidida apuesta por el coche eléctrico.

Así, en los próximos años la marca alemana lanzará una completa gama de coches eléctricos llamada I.D, con la cual pretenden convertirse en uno de los líderes mundiales en movilidad eléctrica. El primer modelo de esta gama será el compacto I.D. Neo, que sustituirá al actual e-Golf a finales del año 2019. Tras él llegarán el SUV I.D. Crozz, la furgoneta I.D. Buzz, la berlina de representación I.D. Vizzion, y otros tantos modelos (entre los que se rumorea que habrá un Scirocco eléctrico y un Beetle de cinco puertas).

Thomas Ulbrich, miembro de la junta directiva de movilidad eléctrica de Volkswagen, ha confirmado recientemente los ambiciosos planes de producción de Volkswagen para su gama eléctrica. El I.D. Neo comenzará a fabricarse en la planta de Zwickau (Alemania) en el año 2019, y para 2020 debería tener una capacidad de producción de 100.000 unidades anuales.

Actualmente, esta planta se está remodelando por completo para poder convertirse en una fábrica de coches eléctricos al 100%, si bien la conversión del emplazamiento no estará completa hasta mediados de la década que viene, como bien puntualiza Ulbrich: «A mediados de la década de 2020 habremos convertido toda la planta de Zwickau, [pasando] del 100% de vehículos térmicos actual a un 100% de coches eléctricos».

Además, también hace hincapié en que la planta Zwickau es solo el comienzo de una transformación mucho mayor: «Zwickau es, si quieres, solo la punta del iceberg. Nuestra misión es nada menos que la transformación de la red de producción de todo el Grupo hacia la movilidad eléctrica. Hablamos de 16 ubicaciones en todo el mundo, y eso será en solo tres años».

Es de esperar que gran parte de estos centros de producción estén situados en China, pues no sólo es el mayor mercado de coches eléctricos del mundo, sino que también es un país donde Volkswagen es líder indiscutible en ventas desde hace años, lo que lo convierte en el escenario ideal para que la marca asiente su dominio en materia de movilidad eléctrica.

En Estados Unidos la tarea será más complicada, pues a la mala imagen de Volkswagen se unirá la presencia de productos ya asentados como el Tesla Model 3, el Nissan LEAF o el Chevrolet Bolt.

Fuente | Handelsblatt

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