La gigafactoría de Tesla en Nevada, clave en su éxito
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Publicado: 14/11/2018 14:01
La fábrica que la compañía Tesla posee en la localidad de Sparks, en Nevada, es uno de los complejos automovilísticos mayores del mundo. Como se hace usualmente, el tamaño de algo tan grande se suele medir en campos de fútbol y así vamos a hacer: 33 estadios ocupa la superficie de esta fábrica, y entre los planes de la empresa está el hacerla aún más grande.
Este dato es más sorprendente si decimos que esta megaplanta se dedica a la fabricación exclusiva de los paquetes de baterías que utilizan los modelos de la marca. La gigafactoría se ha convertido en fundamental para Tesla, ya que no podrían fabricar todo los automóviles que hacen actualmente si no fuera por el ritmo de producción de esta planta. Jerome Guillen, presidente de Tesla Automotive, asegura que «aquí se producen más baterías para los vehículos eléctricos que en cualquier lugar del planeta«.
Y estas instalaciones no paran de crecer desde que se abrió en julio de 2016. La última ampliación se realizó por motivo de la puesta en marcha de la producción del Model 3, del que el fabricante estima vender un total de 236.000 unidades, y cuyas baterías se realizan íntegramente en esta planta. En la compañía están felices por el vuelco a las cuentas que han conseguido dar gracias en parte al cumplimiento del objetivo de producir más de 5.000 unidades del Model 3 por semana, cifra que ha comenzado a dar beneficios netos a la empresa.
Un papel fundamental de la Gigafactoría es la capacidad de producción a largo plazo y la reducción de costes de las baterías, que determinarán gran parte del éxito de Tesla en el futuro a medida que los precios de los automóviles eléctricos bajen y se estabilicen. El ritmo de producción es bueno, con una cadencia de dos packs de baterías al minuto, que equivalen a unos 5.000 a la semana, trabajando 24 horas al día, y se prevee que la factoría sigua aumentando su tamaño.
Los resultados de este ritmo de fabricación se traducen en que el coste estimado para Tesla para la fabricación de una celda de una batería es de 116 dólares por kilovatio hora, muy por debajo de lo que se estima para otros fabricantes, cuyo coste por celda se eleva hasta los 146 dólares por kWh. No todo nos buenas noticias para la Gigafactoría, la cual se ha enfrentado a serios problemas a lo largo de su corta vida, desde problemas graves en la automatización de ciertas zonas a acusaciones de sobredimensionado o poca eficiencia del complejo.
Los resultados de Tesla a largo plazo dependen en gran medida de estas enormes instalaciones, y en principio todo apunta a que ha sido una buena decisión, ya que los costes de las baterías han bajado considerablemente y continúan bajando, lo que ha permitido a la compañía llegar a ser rentable en el último trimestre y tener un flujo de caja positivo.
Vía | CNBC