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El Tesla Model 3 llega a Madrid, y os contamos nuestras impresiones (Vídeo)

Tras año y medio vendiéndose en Estados Unidos y Canadá, parece que finalmente el desembarco del Tesla Model 3 en el mercado europeo está más cerca que nunca: la marca californiana ha confirmado que para antes de que termine el año se abrirá el configurador en su página española, y para finales del primer trimestre de 2019 deberían comenzar a entregarse las primeras unidades del esperado modelo, que ha llegado a acumular más de 400.000 reservas a nivel mundial y se ha convertido en el quinto sedán más vendido de Estados Unidos en lo que va de año.

Como preludio de su llegada a España, Tesla ha traído una unidad del Model 3 americano a su tienda de Madrid, para que los medios, los reservistas y los curiosos puedan acercarse a conocer en primera personal a su modelo estrella. La marca nos invitó para que tuviéramos un primer contacto con el modelo el pasado miércoles (aunque como recordaréis, nuestro compañero Carlos Noya realizó una prueba en Estados Unidos hace unos meses), y estas son nuestras impresiones.

Por fuera, el Tesla Model 3 es verdaderamente llamativo, principalmente por sus proporciones: tiene un morro bastante corto, y si a eso le unimos la ausencia de una parrilla, la elegante caída del techo y la enorme superficie acristalada, tenemos como resultado un coche con un empaque innegable y una estética que llama la atención en un mercado cada vez más falto de ideas. Curiosamente, en directo el modelo parece algo más pequeño que en fotos, probablemente por tener una sección frontal reducida y por la ausencia de un tercer volumen más diferenciado.

No negaré que la parte que más ganas tenía de ver del Model 3 era el interior, pues tanto su diseño como su calidad interior han levantado numerosas críticas durante los últimos meses. En persona, he de decir que el habitáculo del Model 3 me ha sorprendido gratamente, probablemente debido a que la inmensa mayoría de problemas de ensamblaje iniciales ya han sido subsanados.

La calidad interior me pareció muy alta, y al contrario que en el Model S que probamos hace apenas un mes, el habitáculo me transmitió un empaque digno de un coche premium. Los materiales son en líneas generales buenos, con plásticos mullidos en la zona superior e inferior del salpicadero. Los ajustes también han mejorado bastante, pues las tolerancias entre los distintos componentes son menores que las de su hermano mayor, y las piezas están bien ensambladas y no crujen al presionarlas, algo de lo que no pueden presumir rivales como el Mercedes-Benz Clase C.

En definitiva, y aunque no alcanza el grado de excelencia de un Audi A4, podemos concluir que el Tesla Model 3 es un sedán premium por derecho propio, situándose por encima de generalistas como el Volkswagen Passat a nivel de acabados.

El diseño del salpicadero es posiblemente la parte más polémica del coche, pues es extremadamente espartano: el único botón es el del warning, y por no tener, no tiene ni instrumentación tras el volante, pues toda la información se visualiza desde la pantalla central. Sin embargo, este diseño tiene varias ventajas: ofrece una visibilidad y una sensación de espacio sin parangón, y gracias a la sencillez del salpicadero, es más fácil de fabricar (posiblemente por ello los ajustes hayan sido tan fáciles de mejorar).

Los aspectos prácticos están mejor trabajados que en el Model S, pues el Model 3 cuenta con bolsas portaobjetos en las cuatro puertas. La consola central dispone de numerosos huecos para dejar nuestras pertenencias, los respaldos de los asientos delanteros cuentan con sendos revisteros, y la guantera tiene un tamaño medio, si bien para abrirla hay que utilizar la pantalla táctil, algo que en algunas situaciones podría ser engorroso.

La pantalla central tiene una respuesta rápida, y es bastante intuitiva en su manejo. La interfaz recuerda a la de los Model S y Model X, aunque algo más intuitiva gracias a una mejor distribución de los menús. La velocidad se puede ver en la esquina superior izquierda del display, algo que realmente no pienso que vaya a molestar a ningún usuario una vez se acostumbre, pues no es demasiado diferente de la instrumentación central de muchos monovolúmenes.

Con todo, pienso que habría sido mejor solución integrar un Head-Up Display para hacer más cómoda la consulta de ciertos datos. Detalles como la regulación eléctrica del volante o el control de los aireadores desde la pantalla central me han parecido curiosos y prácticos, si bien me queda la duda de hasta qué punto distraerá de la conducción la segunda función.

Los asientos delanteros son bastante cómodos, y a pesar de que no podré dar un veredicto final hasta que no pruebe el coche a fondo, me transmitieron la sensación de ser aptos para largos viajes debido a que ofrecen una buena sujeción lateral y un mullido confortable, ni demasiado duro ni demasiado blando. Además, y al igual que ocurre en las plazas traseras, el espacio para la cabeza es enorme gracias al techo panorámico.

La segunda fila es cómoda para dos adultos; sin embargo, tres irán demasiado justos a pesar de la ausencia de un túnel de transmisión debido a la poca anchura de la plaza central. El espacio para las piernas y la cabeza es sobresaliente, pero las rodillas van algo altas debido a la situación de las baterías en los bajos. Al haber mucho espacio para estirar las piernas, esto no es realmente un problema. Por otro lado, la presencia de un reposabrazos trasero con portabebidas, de sendos aireadores centrales y de dos puertos de carga USB hace que el tratamiento a los pasajeros traseros esté muy cuidado.

El maletero es bastante espacioso, y cuenta con un práctico doble fondo como el Model S para llevar los cables de carga. La apertura es muy amplia para ser un sedán, y tampoco hay que olvidarse del frunk o maletero delantero, ideal para llevar paquetes pequeños o la compra.

En definitiva, de la presentación estática del Model 3 en la Telsa Store de Madrid he extraído la conclusión de que es un coche mucho mejor pensado que el Model S, y con un nivel de acabados que le permitirá competir de tú a tú con los modelos premium del segmento D. Ahora, queda esperar a que Tesla disponga de unidades de prensa para poder llevar a cabo una prueba a fondo del modelo, y así comprobar si las buenas impresiones se mantienen en carretera.

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