Volkswagen quiere que su transición hacia la sostenibilidad sea integral para volverse una empresa ecológica en todos los aspectos posibles, no limitándose sólo a fabricar coches eléctricos. Por ello, el fabricante tratará de que sus coches vehículos se produzcan con un balance neutro de emisiones, algo que se conseguirá por ejemplo con el empleo de energía renovable en la planta de Zwickau, donde se producirá el compacto ID.3.
En esta línea, Volkswagen ha comenzado a construir una planta piloto dedica al reciclaje de baterías, la cual se ubicará en la fábrica de Salzgitter, Alemania. Con este movimiento, Volkswagen confía en poder reutilizar la inmensa mayoría de los componentes de las baterías de sus vehículos una vez haya finalizado su ciclo de vida útil.
Volkswagen lleva una década investigando en el desarrollo de procesos de reciclaje para poder reutilizar materiales como el litio, el cobalto, el manganeso y el níquel. La recuperación de estos materiales será vital de cara a reducir la huella de carbono de Volkswagen, sobretodo si se tiene en cuenta que la empresa quiere fabricar cientos de miles de modelos de su gama eléctrica ID en los próximos años.
La capacidad de la nueva planta de reciclaje será de 1.200 toneladas anuales, lo que equivale a unas 3.000 baterías. Si bien se espera que poco a poco la planta vaya aumentando su capacidad, lo cierto es que hasta finales de la década de 2020 Volkswagen no espera que lleguen demasiadas baterías, pues para entonces comenzarán a finalizar su vida útil las baterías de la primera generación de la gama ID.
El proceso de reciclaje comenzará con una clasificación en la que se decidirá si la batería puede reutilizarse en sistemas de almacenamiento energético, o si deben reciclarse sus componentes. En caso de que finalmente haya que proceder al reciclado, se procederá a desmontar y triturar las diferentes partes de la baterías. El «polvo negro» obtenido deberá separarse en sus componentes (litio, cobalto, manganeso, níquel…) mediante procesos químicos y físicos. Más adelante estas materias primas podrán reutilizarse para crear nuevas baterías.
Tras la planta en Salzgitter llegarán próximamente otras instalaciones descentralizadas que ayudarán a reciclar las baterías de los vehículos Volkswagen a nivel global. El objetivo a largo plazo es conseguir reciclar el 97% de los materiales de los vehículos, si bien con la nueva planta se conseguirá pasar del actual 53% a un nada desdeñable 72%. Además, al ser las baterías uno de los componentes más contaminantes de los coches eléctricos, su reciclado y reutilización serán claves para poder hacer totalmente sostenibles a los coches eléctricos.