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Ahora no Permitir

Los coches eléctricos ya no podrán cargar gratis en Oslo, Noruega

Los propietarios de coches eléctricos a partir de ahora tendrán que pagar por cargar sus coches en Oslo, la capital de Noruega. La ciudad acaba de comenzar a ejecutar la conversión de unos 1.300 puntos de carga públicos distribuidos en toda su área urbana para que cobren una tarifa a los usuarios. El objetivo en realidad no es cobrar por la carga, sino disuadir a los conductores de coches eléctricos de estacionar gratis sin cargar.

Así, Oslo comenzará a cobrar 10 coronas (es decir, aproximadamente 1 euro) por hora durante el día y 5 coronas (unos 50 céntimos) durante la noche. En paralelo se están desarrollando planes para aumentar el número de estaciones de carga a unas 2.000 para finales de año, algo que por otro lado tiene todo el sentido del mundo si tenemos en cuenta que los coches eléctricos suponen más del 20% de las ventas en el país nórdico, superando el 40% de cuota de mercado si añadimos los híbridos enchufables.

Christina Bu, en representación de Norsk Elbilforening, una asociación noruega de automóviles eléctricos, se ha declarado a favor de esta medida, pues ha declarado a los medios locales que «necesitamos asegurar la rotación y que las personas solo aparquen en las estaciones de carga cuando necesiten cargar». Como puede verse, la medida también tendrá ventajas para los usuarios de coches eléctricos.

Debido a las cada vez mayores ventas de vehículos eléctricos en Noruega, la infraestructura de carga está comenzando a convertirse en un problema, sobretodo en áreas con una densidad de población elevada. Varios informes señalan el incremento de incidentes protagonizados por conductores de coches eléctricos que utilizan las plazas gratuitas de los cargadores para estacionar aunque en realidad no necesiten cargar sus vehículos.

Este problema probablemente vaya en aumento en paralelo a las ventas de coches eléctricos, que con la llegada de nuevos modelos cada vez más asequibles y de una oferta cada vez más diversa posiblemente sigan aumentando año tras año, debido a que en Noruega los coches eléctricos ya no son vistos como un producto de nicho, sino como vehículos equivalentes a sus rivales de combustión.

Casi cada segundo vehículo familiar vendido el año pasado en Noruega fue un coche eléctrico. Además, el porcentaje de ventas de vehículos enchufables aumentó en los tres primeros trimestres de 2018 del 37% al 46,7%, y todo a pesar de la limitada oferta existente por entonces y de los problemas de fabricantes como Hyundai para satisfacer la demanda. El desembarco de modelos como el Tesla Model 3, que acumula miles de reservas en el país, promete catapultar las ventas de coches eléctricos a un nuevo récord en 2019.

Fuente | aftenposten

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