
Los expertos lo tienen claro: el futuro del automóvil sigue siendo eléctrico a pesar del retroceso de Europa
La reciente decisión de la Comisión Europea de echarse para atrás en su objetivo de reducción de emisiones del 100% para 2035 no cambia que el futuro a largo plazo del sector siga siendo el coche eléctrico.

A pesar del enorme revuelo causado por la decisión de la Unión Europea de flexibilizar sus objetivos de reducción de emisiones en el sector del transporte, lo cierto es que el futuro del automóvil sigue siendo eléctrico. Diversos analistas consultados por Reuters han llegado a la misma conclusión: si bien los fabricantes han ganado algo de margen para poder seguir vendiendo híbridos, la solución a largo plazo es la electrificación total.
Al final del día, un coche eléctrico a batería (BEV) es mucho más sencillo que un híbrido enchufable (PHEV) o un eléctrico con extensor de autonomía (EREV). El hidrógeno, los combustibles sintéticos y el biocombustible tampoco son alternativas creíbles ni por coste, ni por escala ni por eficiencia energética. Dicho de otra forma: los modelos de corte económico (es decir, los de masas), tendrán que ser sí o sí eléctricos.
La 'neutralidad tecnológica' defendida por Alemania sólo servirá a fabricantes de vehículos de alta gama como Porsche, que podrá seguir comercializando deportivos como el 911 durante unos años más. En cualquier caso, si bien el objetivo de reducción de emisiones para 2035 ha pasado del 100% a un 90%, ese 10% restante deberá ser compensado mediante otros métodos (por ejemplo, el uso de aluminio 'verde' de origen europeo).
Thomas Schäfer, CEO de la marca Volkswagen, lo dejaba claro hace escasos días. "Ofrecer nuevos modelos de gasolina en la clase del Polo e inferiores no tiene sentido dadas las futuras normativas de emisiones. Serían demasiado caros para nuestros clientes. El futuro en este segmento es eléctrico". La firma alemana lanzará el año que viene sus dos primeras propuestas eléctricas para el segmento B, los ID. Polo e ID. Cross.

En los próximos años, veremos nuevas alianzas entre fabricantes tradicionales para plantar cara a las marcas chinas
Phil Dunne, director general de la consultora Grant Thornton Stax, afirma que "la Comisión [Europea] ha permitido a la industria automovilística europea tomar decisiones y tener la oportunidad de competir. Esperamos que esto permita a la industria europea alcanzar a la china". Actualmente, empresas chinas como BYD o CATL dominan el sector del coche eléctrico y el de las baterías.
Joe Stevenson, CEO de la startup británica Anaphite, que está desarrollando un recubrimiento seco para electrodos de batería, señala por su parte que permitir a los fabricantes de automóviles tradicionales utilizar diferentes tecnologías de propulsión podría impulsar la creación de asociaciones para desarrollar coches eléctricos económicos. Un ejemplo de esto sería la reciente alianza estratégica entre Ford y Renault.

"Esto terminará impulsando una mayor cooperación y el uso compartido de plataformas". La firma del óvalo comercializará dos modelos asentados sobre la plataforma AmpR Small de los franceses. Todo apunta a que se tratará de un utilitario y un SUV herederos de los Fiesta y EcoSport. Derivarán respectivamente de los R5 y R4, estando previsto que su producción se lleve a cabo en Francia.
Fuente | Reuters


