Renault es una de las marcas que con más secretismo lleva sus planes de electrificación. A pesar de que fue una de las primeras empresas del sector en apostar por el coche eléctrico hace más de una década, lo cierto es que al contrario que rivales como Volkswagen la marca francesa tiende a ser menos concreta en relación al cronograma a seguir en sus futuros lanzamientos eléctricos.
Así, actualmente existe cierta confusión en relación a los modelos eléctricos que lanzará a principios de la década que viene. Por el momento se sabe que este mismo año presentarán el ZOE Neo, un restyling profundo del ZOE original que traerá consigo un chasis mejorado, una planta motriz más capaz, un interior de mayor calidad y un equipamiento tecnológico más rico.
También se sabe que la marca del rombo presentará este mismo año la versión eléctrica del Kwid, un pequeño urbano del segmento A que inicialmente se venderá en China pero que más adelante podría llegar a Europa bajo la premisa de convertirse en un coche eléctrico de corte verdaderamente asequible (es posible que en nuestro mercado se venda bajo la marca Dacia).
Sin embargo, en varias ocasiones Renault ha hecho saber que tras cubrir los segmentos A (Kwid eléctrico) y B (ZOE), se expandirán al segmento C; es decir, el de los compactos. Un nicho del mercado especialmente importante en Europa, en el que Renault actualmente ofrece los modelos Megane, Kadjar (C-SUV) y Scénic (monovolumen compacto).
De acuerdo con las declaraciones realizadas por varios ejecutivos de Renault en los últimos tiempos, en 2022 la marca lanzará un nuevo ZOE completamente renovado (el ZOE Neo de 2019 es sólo una solución temporal hasta que la nueva plataforma modular CMF-EV esté preparada), el cual crecerá de tamaño hasta los 4,25 metros de largo, convirtiéndose en un compacto que compartirá toda su técnica (baterías, motores, inversores…) con el Nissan LEAF de tercera generación, previsto para 2021.
Sin embargo, a finales del año pasado Guilles Normand, máximo responsable de movilidad eléctrica en Renault, dio a entender que el objetivo de la marca era en realidad el de lanzar un C-SUV eléctrico equivalente al Kadjar, pues actualmente es el tipo de carrocería que más crece en ventas en Europa. Unas declaraciones que contrastan con las últimas informaciones reveladas por Eric Feunteun, director global del programa de vehículos eléctricos de Renault.
De acuerdo con Feunteun, Renault lanzará un compacto eléctrico de corte convencional en el año 2022, manteniendo el ZOE en el segmento B. Este modelo contará con unas baterías de gran tamaño, si bien Renault espera poder ponerlo a la venta a un coste contenido, pues el objetivo de la marca es ofrecer coches eléctricos al alcance del gran público.
Este modelo inspirado en el diseño del Symbioz Concept contará con una autonomía de más de 500 km bajo el ciclo de homologación WLTP (es decir, su batería probablemente supere los 75 kWh de capacidad) y se basará en la plataforma CMF-EV de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, siendo hermano del Nissan LEAF de tercera generación.
Renault planea ofrecer un total de ocho modelos eléctricos para el año 2022, siendo tres de ellos renovaciones de modelos actuales y cinco lanzamientos nuevos. Así, es posible que Renault haya decidido que el nuevo modelo compacto no sustituya al ZOE Neo, haciéndolos convivir para poder seguir compitiendo en el segmento B, mientras que por encima podríamos encontrarnos con el prometido C-SUV eléctrico.
Por lo tanto, la gama de coches eléctricos de Renault quedaría configurada por los Twizy, Kwid eléctrico, ZOE Neo, «compacto eléctrico», «C-SUV eléctrico», Kangoo ZE, Master ZE, y el posible sustituto del SM3 ZE (el antiguo Fluence ZE, vendido en Corea bajo la marca Renault-Samsung).
Fuente | AutoExpress
