Bloomberg Energy ha publicado una nueva edición de su informe sobre el desarrollo del coche eléctrico. Una nueva edición en la que ponen sobre la mesa la importante bajada de los precios de las baterías, que están permitiendo acercar cada vez más la fecha en la que un modelo eléctrico iguale en coste al de uno de combustión interna.
En 2017 un análisis de Bloomberg pronosticó que el punto de inflexión en el que los precios se igualarían sería 2026. En 2018, el punto la fecha ha sido adelantada a 2024. Ahora en nueva edición han estimado que este momento clave se producirá cuatro años antes de lo inicialmente previsto. En 2022.
Entre los motivos para esta estimación es la importante reducción de los costes de adquisición de las baterías. Los analistas estiman que en 2015, la batería de un coche eléctrico en Estados Unidos suponía el 57% de su coste total. Una cifra que en 2018 ha bajado hasta el 33%, y que se estima llegará al 20% en 2025.
Pero la bajada de precios no ser centrará exclusivamente en las baterías. Los expertos de Bloomberg indican que los costes de las plataformas y el cuerpo de los eléctricos bajará en los próximos ejercicios gracias a factores como la amortización de las primeras inversiones, y la economía de escala que vivirán. Una situación que los modelos de combustión sufrirán justo al contrario con un pequeño incremento.
Una economía de escala que además permitirá reducir los precios de los componentes que dan forma a los sistemas eléctricos, como motores, inversores y electrónica de potencia, que vivirán una reducción de sus precios de entre un 25 y un 30% para 2030 respecto a los precios actuales.
Desde Bloomberg además indican que esta rebaja en los costes de producción de los sistemas eléctricos, tendrá un importante impacto no sólo en el sector de los coches eléctricos, sino también en un amplio número de industrias que encontrarán en la electrificación una forma de reducir emisiones y costes operativos.
Sectores como la aviación, el transporte marítimo, y también la maquinaria pesada, contarán en los menores costes una forma de poner en marcha alternativas eléctricas que reduzcan sus gigantescas necesidades energéticas alimentadas casi en exclusiva hasta ahora por combustibles fósiles. Unas tecnologías que además de la rebaja de costes, también se beneficiarán de la mejora de la densidad energética que permite poner en el mercado baterías cada vez más pequeñas y ligeras.
Relacionadas | Nueva batería para coches eléctricos que promete autonomías de 1.000 kilómetros, y además con precios más bajos que los actuales