El Renault ZOE fue presentado en 2012 y lanzado la mercado en 2013. Este pequeño utilitario del segmento B de 4,08 metros de largo se convirtió rápidamente en uno de los coches eléctricos más vendidos de Europa, mercado que lideró entre los años 2015 y 2017 gracias a su buen equilibrio entre precio y autonomía, así como por sus constantes actualizaciones.
Sin embargo, y a pesar de haber recibido una nueva batería Z.E. 40 de 41 kWh en 2016 y un nuevo motor R110 de 108 cv en 2018, lo cierto es que el ZOE comenzó a acusar el paso del tiempo, como demuestra que en 2018 fuera superado en ventas por el Nissan LEAF, que fue completamente renovado a finales de 2017. Por ello, Renault presentó hace unas semanas su sustituto.
El nuevo Renault ZOE es un restyling profundo del modelo original, con el que comparte la totalidad de su estructura. Sin embargo, la firma francesa ha introducido numerosos cambios en su modelo para mantenerlo competitivo hasta la llegada de la plataforma modular eléctrica CMF-EV de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, prevista para el año 2021. Ahora, el medio francés L’Argus ha podido comparar el ZOE vendido hasta este año con su sustituto. ¿Cuáles son sus conclusiones?
Por fuera, los cambios son de matiz, pues la carrocería se mantiene a grandes rasgos inalterada. Cambia el diseño de los faros, que ahora son full LED de serie, los paragolpes tienen una toma de aire más generosa y unos antinieblas con cerco cromado, y el rombo de la marca es más grande para albergar la nueva toma de carga rápida CCS Combo 2 (el estándar europeo). Las llantas también son de nuevo diseño, mientras que en la trasera sólo cambian los pilotos, que ahora son LED y tienen intermitentes dinámicos.
La mayor evolución sin embargo se encuentra en el interior: más allá de su diseño renovado y de contar con un equipamiento más actual (en el que destacan la nueva instrumentación digital de 10 pulgadas, la pantalla táctil de 7 o 9,3 pulgadas con el sistema multimedia Easy Link, el freno de mano eléctrico o la palanca selectora electrónica «e-shifter»), la auténtica revolución es el salto adelante en la calidad constructiva: los ajustes son mejores, los plásticos superiores son mullidos, y hay inserciones textiles de buena factura. La habitabilidad y el maletero de 338 litros se mantienen inalterados, si bien se mejoran los aspectos prácticos gracias a los asientos abatibles asimétricamente y al doble fondo.
La batería ahora es más grande: con 52 kWh, el pack Z.E. 50 permite al ZOE llegar a los 390 km WLTP de autonomía, frente a los 300 km WLTP de su antecesor. El nuevo motor R135 de 135 cv promete unas prestaciones muy superiores; además, ahora existe un modo B que permite la conducción de un pedal. Aunque el modelo ahora cuenta con carga rápida en corriente continua a 50 kW (recupera 150 km en 30 minutos), mantiene la carga semi-rápida en trifásica a 22 kW.
A pesar de que los periodistas todavía no han podido ponerse al volante del nuevo modelo, es de esperar que su comportamiento rutero mejore gracias a sus nuevas suspensiones, a sus llantas con cinco tornillos y a sus frenos traseros de disco. En cuanto al precio, se espera que parta en España de unas tarifas similares a las del modelo actual.
Fuente | L’Argus
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