Aunque los coches eléctricos cada vez estén más presentes en las calles de nuestras ciudades, lo cierto es que la gran mayoría de los conductores aún cuentan con un vehículo de combustión interna. Para conocer de primera mano lo que supone conducir un coche eléctrico, lo mejor es disponer de la experiencia de un propietario. Es el caso de nuestro artículo de hoy, en el que vamos a tratar la experiencia de un propietario de un Nissan LEAF que realiza un viaje a Madrid en el que necesitará hacer uso de los puntos de carga rápida que hay en la ruta.
La primera parada la tuvo que hacer en Albacete para cargar su Nissan LEAF en un punto de carga rápida de un concesionario Nissan. Por desgracia, cuando llegó a él, se encontró con otro coche que estaba haciendo uso de la instalación, por lo que la preocupación comenzó al ver que cerraban en poco tiempo y que tal vez no llegaría a la siguiente parada prevista cargando la batería solo durante media hora.
Sin embargo, los responsables del concesionario Nissan le permitieron cargar hasta el 81% fuera del horario de apertura, lo justo para llegar a la siguiente parada programada en la que cargaría en Tipo 2 en un restaurante de Cuenca. En la primera carga de Albacete, el Nissan LEAF ya estaba sufriendo problemas de sobrecalentamiento y la batería marcaba una temperatura de 50 grados.
El Nissan LEAF tardó 3 horas para llegar al 100% cargando a 16 kW, invirtiendo más de hora y media para llevar la batería del 12 al 80% de capacidad.
Y el #RapidGate definitivamente!! A 16 kW cargando! 3 horas para cargar al 100% y más de 1 hora y media para cargar del 12% al 80%! Este #NissanLEAF definitivamente no es para hacer ni 450 kms… Tenéis algún remedio para esto @NissanEV_ESP ?? pic.twitter.com/00sW75Mydh
— RePoChO (@RePoChO) July 13, 2019
Lo peor de esta experiencia es, sin duda, ver como tras realizar únicamente 425 km y dos cargas rápidas, el coche ya mostraba un aviso de sobrecalentamiento en la pantalla digital de la instrumentación y animaba al conductor a conducir de forma lenta para enfriar la batería.
Nissan debería haber equipado al LEAF con un sistema de refrigeración activa, ya sea mediante un ventilador o un más complejo circuito cerrado de refrigeración líquida. Lo que está claro es que estos problemas se hubiesen podido evitar mediante alguno de estos sistemas y su inexistencia hacen que conducir el Nissan LEAF en viajes largos, haciendo uso de la carga rápida, sea algo prácticamente inviable a día de hoy. Sin olvidar mencionar las altas temperaturas exteriores que se sufren en verano en nuestro país, que dificulta aún más la refrigeración pasiva de la batería.
Como conclusión, el propietario cree que en la actualidad no se puede viajar de esta forma utilizando puntos de carga rápida con un Nissan LEAF debido a sus problemas de sobrecalentamiento. La ausencia de una refrigeración activa del pack de baterías impide que la potencia de carga se mantenga de forma estable y no baje estrepitosamente, disminuyendo el rendimiento en cada carga y aumentando enormemente los tiempos para recuperar kilómetros.
