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Un poco de historia. La Jamais Contente, un coche eléctrico de origen belga que consiguió superar por primera vez los 100 km/h en 1899

Puede que muchas personas crean que, con el auge actual de los coches eléctricos y los nuevos modelos que llegan al mercado cada poco tiempo, esta sea una tecnología reciente, moderna y actual, pero nada más lejos de la realidad. Los coches eléctricos existen desde hace ya más de 100 años, pero no ha sido hasta fechas más recientes en las que por fin han conseguido hacerse con parte del mercado.

Uno de los primeros coches eléctricos que existieron fue el que vamos a tratar en este artículo. El apodado como La Jamais Contente, francés para «La jamás satisfecha», era un coche eléctrico con forma «aerodinámica» de torpedo de 3,80 metros de largo. Fue fabricado por Compagnie Internationale des transports automobiles électriques.

Este coche se convirtió en el primero en poder superar los 100 km/h de velocidad punta, todo un hito para la época. Lo consiguió el 29 de abril del año 1899 cerca de la ciudad de París marcando exactamente 105,882 km/h, pese a que el coche fue fabricado en Bélgica. El récord anterior lo había conseguido un coche de gasolina que alcanzó los 92,78 km/h.

Su carrocería estaba fabricada en una aleación de aluminio, tungsteno y magnesio, materiales que proporcionaban un peso «ligero» al conjunto de 1.450 kg. El conductor iba sentado en una posición muy alta con respecto al suelo, y, pese a que la carrocería tenía forma aerodinámica, el chasis desprotegido no ayudaba a la eficiencia ni a la velocidad.

La Jamais Contente equipaba dos motores eléctricos Postel-Vinay de arrastre directo de 25 kW cada uno, para conseguir una potencia total de 68 CV. Funcionaban a 200 V y requerían 124 A cada uno. El coche montaba neumáticos de la marca Michelin.

El vehículo fue conducido por el conductor belga Camille Jenatzy. Camille había estudiado una ingeniería y estaba interesado en los coches con motores eléctricos de la época. Es conocido por haber conseguido el récord de velocidad punta en La Jamais Contente y, tras conseguirlo, fue apodado Le Diable Rouge (El demonio rojo), por el color de su barba. Murió en el año 1913 a causa de un disparo recibido mientras estaba cazando.

Jenatzy abrió una planta de producción con el fin de producir «carruajes eléctricos» y camiones. Compitió con el fabricante Jeantaud.

Si sientes curiosidad por este ingenio de la automoción de hace ya 120 años, La Jamais Contente original puede visitarse en el museo del automóvil situado en Compiègne, Francia.

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