Primeras pruebas del Peugeot e-2008. ¿Cómo se desenvuelve en condiciones reales?

El Peugeot e-2008 es uno de los múltiples coches eléctricos que el grupo PSA (Peugeot-Citroën, Opel) lanzará a corto plazo. El 2008, que en su nueva generación ha crecido hasta los 4,30 metros de largo (pasando del segmento B-SUV al C-SUV), se basa en la plataforma modular CMP, desarrollada conjuntamente con Dongfeng, mientras que el e-2008 hace lo propio con su derivada eléctrica e-CMP.

Sobre esta arquitectura se asientan actualmente los Peugeot e-208, Opel Corsa-e y DS 3 Crossback E-TENSE, además del ya mencionado Peugeot e-2008. Para el año que viene se unirán a este elenco el Opel Mokka-e, que será hermano mellizo del e-2008, así como la nueva generación del Citroën C4, que hará uso de una variante alargada de la plataforma.

El e-2008 estará disponible en nuestro mercado con cuatro acabados: Active, Allure, GT Line y GT. Al igual que el resto de sus hermanos de plataforma, este todocamino equipa un motor de 136 cv (100 kW) y 260 Nm de par asociado a una batería de 50 kWh de capacidad, lo que le otorga una autonomía de 310 km bajo el ciclo de homologación europeo WLTP. Además, puede realizar cargas a 100 kW de potencia en corriente continua (formato CCS Combo 2).

Ahora, los medios franceses han podido probar en carretera abierta el nuevo vehículo. Este es el caso de la página especializada Automobile Propre, que no solo ha podido testar el nuevo SUV eléctrico de Peugeot en condiciones reales, sino que incluso ha podido cargarlo en una estación de IONITY para comprobar como funciona la carga rápida a 100 kW del modelo.

La prueba tiene lugar a lo largo de un recorrido de 229 km compuesto en un 80% por autopistas limitadas a 130 km/h y el 20% restante por carreteras secundarias de entre 50 km/h y 90 km/h. Durante el recorrido por autopista, el consumo se sitúa en 20,1 kWh a los 100 km. Por lo tanto, la autonomía del vehículo a 130 km/h es de unos 200 km en condiciones reales y con el modo de conducción Normal (108 cv, 220 Nm).

El probador decide parar a cargar cuando todavía le queda un 56% de batería. Si bien inicialmente se alcanza un pico de potencia de 67,6 kW, la potencia media durante toda la carga es de unos 40 kW. El coche tarda unos 20 minutos en llegar al 80% de autonomía. Sin embargo, hay que señalar que la unidad testada es un preserie, por lo que es posible que el modelo definitivo sea capaz de mantener durante más tiempo potencias elevadas.

El resto de la prueba trascurre a una media de 75 km/h, pero con un desnivel menos favorable, lo que lleva a que el consumo se eleve hasta los 21,9 kWh a los 100 km. Al final de la prueba, el periodista destaca el aplomo y el confort del chasis, el consumo comedido del motor eléctrico y el amplio maletero de 405 litros. En el lado negativo cita la baja potencia de carga y el modo B con una retención débil.

Fuente | Automobile Propre

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