Muchos fabricantes de automóviles afirman que los motores diésel modernos (Euro 6d-TEMP) son muy poco contaminantes en base a las nuevas normativas de emisiones. Sin embargo, un informe encargado por la federación Transport & Environment ha llegado a la conclusión de que esto en realidad no es así: de acuerdo con la organización, este tipo de motorizaciones alcanzan picos de emisiones 1.000 veces por encima de los niveles normales, superando de forma clara los límites establecidos por la legalidad.
Este tipo de picos se dan cuando se regenera (es decir, se limpia) el FAP (filtro de partículas), un proceso automático que realizan todos los automóviles dotados de este dispositivo para evitar que se atasque. Al producirse la regeneración, se emiten una gran cantidad de partículas contaminantes. Dependiendo del uso que se le dé al coche, los ciclos de regeneración se producen entre cada 400 km y 1.200 km.
Para el estudio, se ha llevado a cabo un riguroso análisis de las emisiones de un Nissan Qashqai y de un Opel Astra, dos auténticos superventas en el mercado europeo. El Nissan emitió un 32% más de las partículas permitidas, mientras que el Opel llegó al 115% durante la regeneración del FAP. Aparentemente, los ciclos de homologación no miden la emisión de partículas durante la regeneración, motivo por el cual estos vehículos pasan las pruebas a pesar de que cada pocos cientos de kilómetros emiten un enorme pico de contaminación.
Transport & Environment también señala que las pruebas actuales no tienen en cuenta las partículas contaminantes de menor tamaño, las cuales son muy peligrosas para la salud humana. A raíz de este estudio, la organización ha solicitado a la Comisión Europea que se comprueben las emisiones reales de los automóviles después de haber sido vendidos.
Nuria Blázquez, coordinadora de transporte de Ecologistas en Acción (que pertenece a Transport & Environment), declara lo siguiente: «Estos test muestran que los diésel todavía son muy sucios. De hecho, están escupiendo altísimos niveles de partículas en nuestras ciudades y autopistas a diario. Desde Ecologistas en Acción siempre hemos defendido que la apuesta no debe ser por coches más modernos, sino por menos coches. Muchos menos coches y mucha más apuesta por transporte público y sobre todo por modos activos (caminar y bicicleta)».
Parece claro que, por muchos parches que se ideen, al final no existen los milagros. Este estudio no hace más que mostrar que el futuro de la movilidad reside en la electrificación, que permitirá desterrar la contaminación de las ciudades en el futuro.
Fuente | Transport & Environment
Relacionadas | Irlanda prohibirá las ventas de vehículos gasolina y diésel en 2030