Expertos chinos alertan ante las promesas de las baterías de estado sólido: no ofrecen una seguridad absoluta

Los productores de baterías en China están acelerando el desarrollo de la tecnología de baterías de estado sólido, llamadas a ser el futuro del sector del coche eléctrico. Sin embargo, su llegada temprana puede conducir a problemas de seguridad.

Expertos chinos alertan ante las promesas de las baterías de estado sólido: no ofrecen una seguridad absoluta
Los analistas y expertos en China piden que las futuras baterías de estado sólido cumplan también con los estándares de seguridad.

Publicado: 23/12/2025 09:24

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Hace unos pocos años, hablábamos de las baterías de estado sólido como la gran promesa que iban a transportar a los coches eléctricos a una nueva dimensión: autonomía superiores a los 1.000 kilómetros, mayor seguridad a la hora de cargar, mayor vida útil… Y en ese momento, se decía que las principales apuestas apuntaban a que se harían realidad de cara al 2030 en adelante.

Sin embargo, el acelerón y la competitividad extrema que estamos viendo en el sector automovilístico chino, tanto en el apartado de los vehículos como en el de las baterías, está llevando a que la gran mayoría de grandes fabricantes estén anunciando la llegada de las primeras baterías sólidas para los próximos años. Está por ver cómo serán esas baterías de estado sólido de primera generación y si podrán llegar en masa en el corto plazo, ya que las dudas son muy grandes.

Ante el anuncio “precipitado” de gigantes como GAC, Dongfeng, SAIC, Chery, FAW… para el 2027 e incluso alguno para el 2026, los expertos en China están alertando de la necesidad de que se tengan en cuenta los sistemas de seguridad de este tipo de baterías. Estas parecían envueltas en un halo de “seguridad absoluta” que se queda nada más lejos de la realidad. Es como el Titanic, que decían que era insumergible: pues las baterías de electrolito sólido son también vulnerables.

Los expertos aseguran que estas baterías cuentan con riesgos de seguridad todavía no resueltos y que afrontan todavía importantes desafíos para su implementación a gran escala. Y no solo con el apartado económico y sus costes. Ya en la pasada Conferencia Mundial de Baterías de Energía, celebrada este año en el gigante asiático, los analistas y académicos avisaban: las baterías de estado sólido no están exentas de los riesgos de posibles fugas térmicas. Y dan varios motivos.

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Las promesas de baterías de estado sólido en el corto plazo hacen que los expertos adviertan de sus potenciales riesgos.

El primero, por ejemplo, el uso común del litio metálico en su diseño, el cual puede reaccionar directamente con los materiales del cátodo en ausencia de oxígeno. En esos casos, se puede desencadenar una reacción aluminotérmica a temperaturas de hasta 2.500ºC en condiciones extremas, incluso en baterías completamente descargadas.

Tampoco están exentas de la formación de dendritas de litio: aunque la teoría diga que los electrolitos sólidos pueden inhibir la penetración de estas dendritas, los materiales reales sí que pueden contener con huecos microscópicos que permiten su propagación, pudiendo causar cortocircuitos internos.

A cambio, muchos prototipos de baterías de estado sólido están utilizando cátodos con un alto contenido en níquel y ánodos de silicio, que ayudan a incrementar los índices de energía: estos materiales, dicen los expertos, se asocian con una mayor inestabilidad térmica. De ahí que, de forma general, esperan que las nuevas normas nacionales de seguridad en China para las baterías de alto voltaje puedan demostrar la viabilidad de estas nuevas de electrolito sólido, donde deben superar pruebas específicas intensivas sin incendiarse ni explotar en menos de 5 minutos.

Los analistas siguen profundizando en la necesidad de una coexistencia de estas baterías con las de electrolito líquido, las cuales están experimentando grandes avances en materia de seguridad en los últimos años. Las de electrolito sólido podrían ser las más adecuadas para aplicaciones donde es importante una alta densidad energética y con márgenes de seguridad más estrictos, mientras que las de electrolito líquido siguen siendo importantes en aplicaciones ya maduras y que son más sensibles a los costes.

Fuente | CarNewsChina

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