El gran apagón en San Francisco desata el caos con los robotaxis de Waymo y reabre el debate: ¿estamos preparados para los coches autónomos?
El gran apagón del pasado fin de semana en San Francisco dejó en redes sociales multitud de vídeos donde vimos cómo los robotaxis de Waymo se quedaron “varados” en mitad de las calles. Estos son los motivos.
El pasado fin de semana los vecinos y conductores de San Francisco vivieron en auténtico caos por culpa de un gran apagón. ¿Te suena? Bien, es una situación muy diferente a la que vivimos aquí en España hace ya unos meses: el incendio en una subestación eléctrica dejó durante varias horas al 30% de la ciudad californiana en la oscuridad. 130.000 clientes se quedaron sin luz, viéndose afectados también los trenes, los semáforos… y los coches autónomos de Waymo.
La empresa norteamericana, una de las más avanzadas en el desarrollo y prueba de coches autónomos, vivió su particular caos en medio del apagón. Muchos podrían pensar que el apagado de la infraestructura viaria fue la razón principal de que viésemos tantos vídeos en redes sociales de los robotaxis de Waymo “varados” en los cruces y las calles de San Francisco.
Y sí, en parte ha sido así, aunque de forma indirecta. Vamos con las explicaciones de la compañía, que detuvo temporalmente su servicio de robotaxis en la ciudad a razón del gran apagón: «Hemos suspendido temporalmente nuestros servicios de transporte debido al apagón generalizado en San Francisco. Nos centramos en la seguridad de nuestros pasajeros y en garantizar que el personal de emergencias tenga el acceso libre necesario para realizar su trabajo».
Es cierto que muchos robotaxis se quedaron detenidos y bloqueados en las calles, al no poder navegar con normalidad por la ciudad. No es que los vehículos dependan de forma directa de la infraestructura para funcionar, ya que los vehículos cuentan con sus propios sensores, radares LiDAR, cámaras y equipos a bordo. Sin embargo, sin los semáforos funcionando, los algoritmos de conducción autónoma demostraron ser demasiado conservadores.
Al enfrentarse a casos extremos como estos, los robotaxis no podían interpretar los cruces sin luces de la misma forma y, en consecuencia, deciden detenerse por seguridad. Ten en cuenta también que las comunicaciones de tráfico en tiempo real, las conexiones móviles, los detalles con los mapas, la comunicación con centros remotos… pueden fallar, de ahí que sus protocolos de seguridad actuasen de forma conservadora y esperasen a condiciones más seguras.
Y como no podía ser de otra forma, Tesla ha aprovechado este momento de “debilidad” de su gran rival Waymo (Google, recordemos) para sacar pecho. Su tecnología basada en cámaras y en aprendizaje gracias a la IA parecía no verse afectada por el gran apagón. «Full Self Driving está entrenado en miles de millones de millas en el mundo real, incluidos los cortes de energía», soltó la cuenta de @Tesla_AI en X. Un dardo en toda regla a Waymo.
Lo que está claro es que este acontecimiento ha reabierto el debate en torno a los coches autónomos y a su fragilidad ante situaciones inesperadas, caóticas y desafiantes como la que vivieron en San Francisco. Una llamada de atención a los desarrolladores del que seguro tomarán buena nota, y que también tendrían que hacer todos los implicados en aras de crear protocolos de emergencia específicos para este tipo de tecnología, de intervención y coordinación con las autoridades locales y, en definitiva, aprender.
¿Está la infraestructura preparada para recibir a los coches autónomos? De nuevo nos hace replantearnos las dudas acerca de esta tecnología: ya no son solo los vehículos, también deben ser las carreteras, las ciudades, la infraestructura… todo debe conformar un ente común para que cosas como esta no sucedan y se priorice lo verdaderamente importante: la seguridad de todos en la carretera.
