De acuerdo con las estimaciones de numerosas fabricantes de automóviles, para mediados de la década llegará al mercado un nuevo tipo de baterías que revolucionará por completo el sector: las baterías de electrolito sólido, las cuales tendrán ventajas como una mayor densidad energética, unos índices de seguridad superiores, la posibilidad de cargar a mayores potencias, un precio más bajo…
Ahora, un estudio publicado en Advanced Funtional Materials nos presenta una evolución de esta tecnología: introduciendo un material de consistencia similar a la mantequilla (formado por la combinación de un electrolito líquido iónico y de nanopartículas LAGP -Li1.5A10.5Ge1.5 (PO4) 3-) entre el electrolito sólido (hecho de NASICON) y el ánodo de litio, se logra aumentar la estabilidad, mejorando también por 10 la densidad de corriente.
NASICON es el acrónimo de Sodio (Na) Super Ionic CONductor, y es actualmente uno de los electrolitos sólidos más prometedores de cara al futuro debido a que su conductividad es similar a la de los electrolitos líquidos. Sin embargo, este material no funciona bien con un ánodo de litio, pues cuando están en contacto directo la interfaz es químicamente inestable.
Ante esto, la Universidad Tecnológica de Chalmers, la Universidad Xi’an Jiaotong, la Universidad Técnica de Dinamarca y la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa han colaborado para desarrollar la capa intermedia anteriormente descrita, la cual logra estabilizar la batería, mejorando además otros aspectos como la prevención de fuga térmica a temperaturas elevadas (300ºC).
El gran problema de esta tecnología es que la interfaz podría hacer las baterías más caras de producir. A pesar de todo, los resultados son prometedores; de hecho, el profesor Aleksandar Matic, del Departamento de Física de Chalmers, afirma que las baterías de electrolito sólido estarán a la venta dentro de apenas cinco años.
Fuente | Green Car Congress vía InsideEVs
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